La sequía se viene con todo y arremete contra 28 alimentos cultivados en siete departamentos del país poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y dejando latente la posibilidad de que los precios suban. Lecheros, porcinocultores y avicultores también figuran entre los más afectados.
Según el último reporte del jefe de la Unidad de Contingencia Rural, del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, Benito Mariscal, la sequía también afectó a cerca de 45.863 familias en todo el país.
Cochabamba es uno de los departamentos más aquejados por el fenómeno. Según la secretaria de la Madre Tierra de la Gobernación, Soledad Delgadillo, 30 de los 47 municipios fueron afectados (26 declarados en emergencia y cuatro en desastre). A la fecha suma alrededor de 21.446 hectáreas de 14 tipos de cultivos dañados y 31.325 familias perjudicadas.
Ante la falta de agua, la producción de maíz, papa, trigo, maní, frijol, avena, haba, arveja, tarwi, cebolla, alfalfa, tomate, sandía, arroz, ají, oca y pimentón están en riesgo. De hecho, el municipio de Omereque, el mayor productor de tomate del departamento, perdió la mitad de su cosecha.
En Santa Cruz, la afectación por la sequía es más alarmante aún. Según el último reporte de la Asociación de Productores de Trigo y Oleaginosas (Anapo) y la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), la sequía arrasó 380 mil hectáreas de cultivos de trigo, sorgo, girasol y maíz. El Gobierno reportó afectación en la soya y la chía. El daño económico asciende a más de 358 millones de dólares y deja en bancarrota a cientos de productores.
La región altiplánica del país no escapó de las inclemencias del clima. Según el presidente de la Asociación de productores de Quinua (Anapqui), Benjamín Martínez, la falta de lluvia en enero y febrero de este año ocasionó la pérdida de 70 mil hectáreas de quinua en cuatro regiones.
Martínez añade que más de 2 mil productores de Antonio Quijarro, Baldivieso, Nor Lípez y Daniel Campos reportaron pérdidas en sus cultivos de quinua.
Por su parte, el Gobierno reportó que en Potosí se perdieron 9.870 hectáreas de sembradíos y en Oruro 26.580. Chuquisaca y Tarija también reportaron pérdidas.
Según el presidente de la CAO, Julio Roda, con los datos reportados, la seguridad alimentaria del país está en riesgo.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Rural, César Cocarico, admite que Bolivia pasa por la peor sequía en los últimos 25 años en todo el país. Reconoce que existe una baja en la producción de alimentos.
La afectación de los cultivos a nivel nacional puso en emergencia a tres rubros que se abastecen de esos alimentos para producir leche o criar pollos y chanchos.
Según el presidente de los productores lecheros, Jhasmany Medrano, la sequía dejó sin forraje a su sector, que debe abastecerse del insumo desde Santa Cruz. Añade que incluso el forraje de Santa Cruz se está terminando y que pronto se verán en la necesidad de importar de países vecinos.
En este sentido, el Gobierno dispuso el pasado 2 de agosto, de 48 millones de bolivianos para cisternas, entrega de alimento balanceado, forraje y proyectos productivos.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Porcinocultores de Cochabamba, Germán Aguilar, indica que la escasez de maíz en el mercado interno pone en riesgo a los grandes productores y lamenta que el Gobierno no asumiera hasta ahora ninguna medida para la importación del maíz.
El asesor general de la Asociación de Avicultores de Cochabamba (ADA), Fernando Quiroga, afirma, por su parte, que sólo el sector avicultor requiere de más de 480 mil toneladas de maíz hasta fin de año.
Importación
Aunque la importación del rubro de alimentos y bebidas reportó una caída del 3,1 por ciento en valor en el último semestre, el volumen se incrementó en más del 3 por ciento, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Según la responsable de Estadística del IBCE, existe un efecto de precio en las importaciones de alimentos, lo que generó un descenso en valor, pero se internó mayor cantidad de productos al país.
EL INCREMENTO DE PRECIOS DURANTE EL PRIMER SEMESTRE DEL AÑO FUE DE 0,48 POR CIENTO
Expertos: Contrabando e importación estabilizan las cifras de la inflación
La importación legal de alimentos y el contrabando evitaron que la inestabilidad de precios de alimentos, a raíz de la sequía, repercuta en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), explican expertos del área.
Según el economista Pablo Cuba, las devaluaciones permanentes de los países vecinos sumadas a la “poca capacidad” que Bolivia tiene para cubrir la demanda interna de alimentos generan que el contrabando se propague.
“El contrabando y la importación autorizada por el Gobierno de productos, como el maíz amarillo, incidieron en que no se alteren los precios en la canasta familiar, como el pollo”, explica Cuba.
Por su parte, el economista de la Fundación Jubileo, Jaime Pérez, indicó que en mayo de este año se registra un incremento importante de los precios de los alimentos a raíz de los problemas climáticos y con la importación de los productos.
"En mayo, el incremento de los precios de alimentos fue de 3,54 por ciento, pero en junio la inflación fue negativa (1,39 por ciento). Esto hace ver que el fuerte incremento que hubo en mayo se vio atenuado por junio, pero los alimentos ya se habían incrementado en 3,45 por ciento", explica.
Asimismo, el IPC registró en junio una variación porcentual negativa de 0,48 por ciento respecto al índice del pasado mes, que tuvo una variación positiva de 0,34 por ciento; la variación acumulada a junio llegó a 2,27 por ciento y la variación a 12 meses, 4,16 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La arveja, la papa, el tomate y la vainita fueron los productos que incrementaron entre 2 y 25 bolivianos durante las primeras semanas de julio.
“Juegan un papel clave los productores de cebolla, de tomate y de manzanas, que vienen desde Perú y de Chile. Estamos empezando a entrar en una especie de dependencia de productos alimenticios de otros países por efecto del cambio climático”, asegura Cuba.
Según, una de las comerciantes del mercado Calatayud de Cochabamba, Carmen Zenteno, el precio de la papa se regularizó por el ingreso de papa a través de la frontera con Perú.
ANÁLISIS
Gary Rodríguez, gerente del IBCE
La situación dramática del sector agrícola
El sector agrícola está viviendo una situación dramática, particularmente el agrícola relacionado con la producción de trigo, maíz, de sorgo y de girasol, que es definitivamente lamentable.
Se ha reportado ya una pérdida conjunta de 180 millones de dólares en el sector agropecuario, pero además existe una preocupación por la mora que se acerca a los 500 millones de dólares a los bancos y a las casas comerciales.
No estamos hablando de un tema menor. Estamos hablando de Santa Cruz, que es el proveedor de alimentos para Bolivia y abastece con más del 70 por ciento de alimentos que consume el país. Es, además, el departamento que ha ayudado a sustituir la importación de alimentos a Bolivia, pero todo parece indicar que este derrotero va a marcar un retroceso.
Durante los últimos dos años, se ha empezado a importar arroz y ahora están abiertas las posibilidades de traer maíz duro para mezclarlo con la torta de soya y el sorgo. Esa combinación ayuda a alimentar pollos, ganado bovino y porcino para la obtención de carnes y productos derivados, como el huevo, la leche y el queso.
El Gobierno ha lanzado una serie de decretos que todavía están en análisis, pero, en mi perspectiva en función a la meta de triplicar la producción de alimentos hasta el 2025, no queda otra que trabajar en seis aspectos: la seguridad jurídica, el crédito agrícola, seguro agrícola universal, la tecnología, la infraestructura y el acceso a mercados.
Sólo de esa manera vamos a solucionar en el corto plazo el tema del endeudamiento, pero a largo plazo tenemos que solucionar con la biotecnología y la expansión de la producción.
Fuente: periódico "Los Tiempos"
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