Expertos señalan que se debe esperar mucho para dejar de importar Gas Licuado de Petróleo (GLP), puesto que las instalaciones de gas domiciliario no avanzan junto con el crecimiento de las ciudades y aún falta más de un año para que entren en marcha.
El analista Guillermo Torres estima que “tan sólo para las ciudades de La Paz y El Alto se necesitan alrededor de 500 mil instalaciones de gas a domicilio”, un número que supera en demasía a las 80.000 instalaciones que programó Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en todo el país para este 2012.
Documentos de la estatal petrolera anuncian que este año se invertirá 111 millones de dólares en la instalación de gas domiciliario. Informan que entre 2003 y 2005 se había llegado a 22.549 instalaciones, pero que de 2006 a la gestión pasada se realizaron 303.578.
Sin embargo, según el analista Bernardo Prado, las instalaciones de gas domiciliario no solucionarán la importación de GLP, pues “mientras no podamos producir volúmenes que permitan satisfacer la demanda interna vamos a seguir importando, y mientras la demanda crezca y la producción no, aumenta la importación y los subsidios”.
Prado sostiene que con el avance de las instalaciones “en algún momento todos podremos tener gas domiciliario, pero no se sabe cuándo; la idea es que las casas cocinen con gas domiciliario, los microbuses ya no usen GLP, que los saunas no lo utilicen más, es un crimen que una piscina esté usando GLP o los restaurantes con garrafas son un verdadero lujo; esos negocios deben funcionar con gas natural, porque somos un país productor”.
Fuente: periódico "Página Siete" La Paz-Bolivia - 02/03/2012
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