lunes, 17 de septiembre de 2012

MEDMIN: el Estado controla sólo el 5% de la producción de oro

El coordinador técnico de la Fundación Medio Ambiente Minería e Industria (MEDMIN), Félix Carrillo, afirmó que el gobierno apenas controla un 5 por ciento de la producción de oro en el país pese a la existencia de normas aprobadas para ese propósito como la creación de la acopiadora Empresa Boliviana del Oro (EBO).
“Las empresas y cooperativas son privadas y la parte que controla el gobierno a través de la Comibol (Corporación  Minera de Bolivia) con EBO debe ser un cinco por ciento porque el Estado no hace ningún tipo de explotación”, señaló Carrillo en declaraciones a Erbol.

El Estado no ha podido fiscalizar toda la producción de oro en Bolivia “a pesar de los esfuerzos para conocer cuánto se produce y cuánto oro sale de contrabando; ninguna institución del Estado tiene este cálculo”.

Agregó que en EBO “la información es un tanto reservada y muestra de esto es que el Ministro de Minería maneja un dato, los cooperativistas manejan otro dato y no hay una información concreta sobre cuánto está comprando”.

En 2010 el gobierno creó EBO con la finalidad de comprar y reunir toda la producción de la pequeña minería aurífera en Bolivia, sin embargo “su primera agencia que está situada en Riberalta, casi trabaja exclusivamente con la cooperativa ASOBAL (Asociación de Balseros) que sólo opera en el río Madre de Dios en Pando”.

En las demás áreas de producción del metal precioso que pertenecen a la cuenta del Amazonas no existe ningún control, afirmó Carrillo.

EBO en problemas
La agencia de EBO en Pando (la segunda recién abrieron en Santa Cruz) tropieza con muchos problemas en el aspecto logístico, que retrasan la compra del producto. Los mineros lo que quieren una vez obtenida su producción de oro es venderlo inmediatamente, pero “EBO tiene procesos muy burocráticos”, afirmó.

“Lo primero que les solicita (a los productores) es una muestra de oro para hacer un análisis, para esto les piden días de espera para que puedan facilitarles el dinero por el oro y esto hace que muchos de los mineros que producen principalmente en el oriente prefieran vender a compradores particulares”, dijo.

Otro problema que atraviesa la acopiadora de oro es la falta de dinero. “A veces EBO carece de dinero en efectivo para pagar y eso hace que los mineros tengan muchos problemas para vender su producto”, señaló.

La única manera en que la estatal ha logrado controlar la compra de oro es a través de la venta de combustibles. “Como ellos están en un área fronteriza, entonces los mineros necesariamente deben ir a EBO, vender su oro y EBO les da una certificación con la que recién ellos pueden ir a los surtidores de diesel”, acotó.

Carrillo sugirió que el gobierno debería dar más facilidades a los mineros para captar mayor producción y evitar que salgan por las fronteras. “Tendría que tecnificar su agencia con equipos de última generación, equipos de análisis más rápidos y más exactos. Otro tema es que tampoco hay el personal suficiente, eso hace problemático el trabajo de EBO por lo que los reclamos de los mineros son constantes para vender su oro”, advirtió.

Cooperativas tienen monopolio 
Del total de cooperativas mineras, “unas 600 se dedican a la explotación de oro” y en el último año “el crecimiento ha sido mayor en este sector”.

“La mayor producción de oro son de las cooperativas, es el sector que más produce y más gente emplea porque son cerca de 40 mil mineros auríferos en Bolivia (…) consideramos que sólo ellas están produciendo alrededor de unas cinco toneladas de oro al año”, sostuvo. 

En cuanto al aporte por regalías o impuestos, Carrillo señaló que es mínimo porque al no tener un control de parte del gobierno, “el grueso de la producción se va por la vía del contrabando”.

“El sector aurífero en Bolivia aporta de una manera mínima y pequeño en porcentaje. El ministerio de Minería sólo reporta la producción de Inti Raymi y lo que EBO logra captar y no se registra lo que realmente las cooperativas generan. El oro sale del país por medio de las ferias, las fronteras, no hay un control”, indicó.

La mayoría de las operaciones mineras están ubicadas al norte del departamento de La Paz, a partir de los Yungas, pasando por el río Suches;   Pando y Beni, con el yacimiento de San Simón, y Santa Cruz.

Control de fronteras
“Nuestras fronteras son tan extensas y tenemos tanto relacionamiento con el Perú y con Brasil que el control se hace prácticamente imposible”, señaló.

Otro tema es que “la mayoría de las operaciones mineras auríferas están situadas en lugares bastante aislados donde no existen a veces caminos, no hay contacto directo entre autoridades y mineros”.

Debido a estas distancias y lugares inaccesibles, ocurre que “lamentablemente los campamentos mineros se vuelvan en centros de alcoholismo, drogadicción y  prostitución”.

“Eso siempre viene aparejado donde hay actividad minera y como son lugares muy alejados la presencia de autoridades es casi nula”, apuntó.
 
Fuente: periódico digitla "ERBOL" 17/09/2012
 

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