El presupuesto de la Gobernación tarijeña es equivalente a las cuentas
de seis departamentos, aunque la inversión el año pasado llegó al 58%.
Representantes regionales atribuyen esta deficiencia a la inestabilidad
política en ese gobierno autónomo. El resultado se infiere de la comparación de los presupuestos asignados a los nueve gobiernos departamentales.
René Martínez, economista de la Fundación Jubileo, indica que el
presupuesto de la Gobernación tarijeña es tan amplio que solamente se
equipara con el de seis regiones juntas.
El año 2012, el departamento de Tarija tenía un presupuesto de 2.840
millones de bolivianos, más que los presupuestos sumados de La Paz,
Chuquisaca, Cochabamba, Oruro, Beni y Pando.
No obstante, el amplio presupuesto no va acompañado por la inversión y
la ejecución de proyectos. “Vemos a una Tarija sin rumbo”, describió el
diputado de esa región Willman Cardozo. Las principales críticas al
gobierno departamental están dirigidas a la falta de una planificación
del Ejecutivo y la falta de orientación del Legislativo.
“Hay una tendencia a una gestión pública deficiente”, expresó la asambleísta departamental tarijeña Sara Cuevas.
No obstante, el secretario ejecutivo de la Gobernación tarijeña, Roberto
Ruiz, afirma que el año pasado se desembolsaron más de 2.200 millones
de bolivianos y que ese gobierno se situó como el tercero, entre los
nueve departamentos, con mayor ejecución presupuestaria, que alcanza al
58%. Entre las obras de relevancia destacan la carretera Iscayachi-Final
Copacabana, que ya tiene un avance de más del 60%, y el financiamiento
de proyectos productivos de más de 500 millones de bolivianos.
Los mayores ingresos de Tarija son por explotación y exportación de hidrocarburos.
La asambleísta Cuevas considera que la lentitud en la ejecución del
presupuesto se agudizó en 2010, cuando fue suspendido el gobernador
Mario Cossío. Después, según dijo, la Gobernación ingresó en una
“profunda crisis política y financiera” de la que no se recupera debido a
las pugnas internas del MAS, que ahora tiene el control del gobierno
departamental tarijeño.
Las críticas no se dirigen sólo al Ejecutivo departamental sino al ente
legislativo pues debería orientar el trabajo del gobernador y acompañar
con la aprobación de leyes departamentales.
El diputado del MAS Luis Alfaro opinó que el trabajo del Legislativo no
condice con el presupuesto que tiene y que alcanza a 2.840 millones de
bolivianos.
Fuente: periódico "Página Siete" La Paz-Bolivia - 01/04/2013
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