martes, 10 de julio de 2012

YPFB adjudicó obras por más de 770 millones de dólares para separar los líquidos

La planta Río Grande tiene un costo de 163,96 millones de dólares y Gran Chaco 608,42 millones de dólares. Ambas están a cargo de la Gerencia Nacional de Plantas de Separación de Líquidos.
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos adjudicó proyectos por más de 770 millones de dólares, puesto que además de las obras de Río Grande, también contrataron el complejo Gran Chaco en Tarija, pero no sólo su construcción y puesta en operaciones, sino también la provisión de equipos y control.


Estos dos millonarios proyectos están a cargo de la Gerencia Nacional de Plantas de Separación de Líquidos, que desde mayo del 2009, estuvo al mando de Gerson Richard Rojas Terán.
La construcción y supervisión de la planta Río Grande, en Santa Cruz, tiene un costo de 163,96 millones de dólares. En tanto que la actualización de estudios, el suministro de equipos, la instalación y la supervisión de la separadora de Gran Chaco, en Tarija, suman 608,42 millones.
Un hecho fortuito permitió dar con la punta de un “iceberg” de corrupción, dado los proyectos millonarios que maneja la Gerencia Nacional de Plantas de Separación de Líquidos de YPFB. Pues, comenzaron a salir a luz pública hechos delictivos como la recepción de 100.000 bolivianos, cantidad que recogió Agustín Ugarte Méndez en enero del 2011, es decir hace más de un año, según indica un informe de la petrolera.
Antes de ejercer como Gerente, Gerson Rojas fungió como Director de Ingeniería de la Gerencia de Proyectos Plantas de Separación de YPFB, de acuerdo con la constancia de documentos oficiales.
Gerson Rojas está detenido en Palmasola desde el 28 de junio, recién pasado, pero “por el uso indebido de bienes del Estado”, de acuerdo con un informe oficial de YPFB, emitido después que el caso se hizo público el domingo en el matutino El Deber.
Una semana después de la detención, el 4 de julio, YPFB pide ampliar la investigación pasando al “delito de enriquecimiento ilícito”. Y el jueves 5 se abren dos cajas de seguridad alquiladas por Rojas y Agustín Ugarte Méndez, también detenido.
Y este caso de corrupción fue descubierto por un hecho fortuito como el accidente que sufrió Rojas “en estado de ebriedad”, destruyendo un vehículo oficial, de propiedad de YPFB, pues lo manejaba sin autorización el domingo 17 de junio.
PLANTAS ADJUDICADAS
La argentina Astra Evangelista SA (AESA) se adjudicó la instalación de la planta separadora de licuables de Río Grande por 159,46 millones. Será casualidad que otra argentina, Tecna, haya establecido como costo de la planta 160 millones de dólares, monto de acuerdo con datos oficiales.
En tanto que la supervisión está a cargo de Bolivia Petróleo y Gas Consultores (BOLPEGAS) por 4,50 millones de dólares. Con lo cual el costo está en 163,96 millones.
Para la planta Gran Chaco, adjudicaron las obras por 498,65 millones de dólares a la española Técnicas Reunidas, en octubre del año pasado. Sin embargo el precio referencial fue fijado en 523,01 millones, así lo indicaba, en esa época el entonces Gerente Gerson Rojas, ahora guardando detención en la cárcel de Santa Cruz.
Además, de esta construcción, para la planta del Chaco tarijeño, YPFB adjudicó la provisión de cuatro turbocompresores y tres turbogeneradores a Siemens Energy INC, por 93,4 millones de dólares. Ambos contratos sumaron 592,05 millones.
La fiscalización de Gran Chaco está a cargo de Tecna Bolivia por 11,84 millones de dólares. Las tres adjudicaciones estuvieron a cargo de la Gerencia Nacional de Plantas de Separación de Líquidos, por un valor total de 603,89 millones de dólares.
Se debe sumar el estudio de actualización y ampliación de la ingeniería conceptual y desarrollo de la ingeniería básica para la planta de Tarija, que estuvo a cargo de la sociedad accidental Hytech-Bolpegas, contratada por 4,53 millones de dólares.
HISTORIA REPETIDA
Y la historia se repite con la planta separadora de licuables Río Grande. La primera vez fue el caso Catler con la pérdida de millones de dólares, pues, hasta ahora no se tiene informes sobre el monto efectivo que se recuperaron de los 40 millones de dólares que YPFB depositó a una cuenta de una empresa, Gulsby, con la que no tenía ninguna relación contractual.
Ahora, las investigaciones oficiales están dirigiendo las malas artes de la corrupción a la empresa argentina que se adjudicó y firmó contrato para instalar la planta Río Grande.
Pues, ésta es la segunda ocasión que se contrata, y aun cuando ahora ya están en obras, igual vuelve la sombra de la duda y la podredumbre.
En septiembre del año pasado empezó la construcción de Río Grande con el desmonte para las obras civiles de la planta ubicada en la provincia Cordillera de Santa Cruz. En esa inauguración, el Presidente de YPFB aseguraba: “Tenemos un plazo hasta el mes de diciembre de 2012 para poner en marcha esta planta”. Pero por conflictos con el pueblo guaraní, el plazo volvió a modificarse para el primer semestre del 2013.
La separadora de licuables debía comenzar a ser emplazada el 2008, pues el contrato fue suscrito el 14 de julio de ese año con el grupo argentino-boliviano Catler-Uniservice, que en enero del 2009 derivó en la muerte de uno de los socios y el robo de 400.000 dólares, destapando hechos de “corrupción” en YPFB.
Falta ahora saber si la planta seguirá con la misma contratista, si se detendrá o si YPFB volverá a la tercera licitación, para ver que sí será la vencida. Mientras tanto en la petrolera anunciaron para este martes una conferencia de prensa del presidente Villegas, en Santa Cruz.

Fuente: información digital de "Plataforma Energética" en http://www.plataformaenergetica.org - 10/07/2012
 

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