Juan Carlos Zuleta Calderón(**)
Durante los últimos dos años más o menos, las empresas Toyota y Honda han tenido un enfoque similar en relación con la transición hacia la propulsión eléctrica en la industria automotriz. En realidad, ambos monstruos automotrices han sido más bien conservadores y cautelosos. En enero de 2009 la Toyota anunció, por ejemplo, que su nuevo modelo "Prius" todavía usará baterías de hidruro de níquel metálico sin descartar la posibilidad de realizar algunas pruebas con baterías de ión litio para flotas pequeñas de vehículos. La Honda ha sido incluso más dura. En su modelo "Insight" recientemente lanzado al mercado, simplemente ha ignorado los últimos avances en la tecnología de las baterías de ión litio, aferrándose a la misma tecnología usada por la Toyota.
A la fecha, las dos compañías de autos japonesas están enfrentadas en una guerra de precios que ha obligado a la Toyota a anunciar el lanzamiento de una versión híbrida de su carro pequeño "Yaris" para contrarrestar el reciente aparente éxito de mercado del "Insight" de la Honda. Pero, ¿por qué ambas compañías se están manteniendo en los niveles bajos de la evolución tecnológica respecto a la propulsión eléctrica? En otras palabras, ¿por qué ellas siguen apostando a la tecnología híbrida convencional mientras que el resto de los fabricantes de automóviles en el mundo ha dirigido su atención a los Vehículos Eléctricos de Rango Extendido (VERE) y a los Vehículos a Batería Completamente Eléctricos (VBCE)? Muchas veces durante 2007 y 2008 los principales ejecutivos de la Toyota han argumentado que la tecnología de ión litio aún no está probada para carros eléctricos y que hay problemas con la disponibilidad de litio en la tierra par asegurar una sustitución efectiva de los vehículos que funcionan en base al petróleo. Estos argumentos se han visto debilitados seriamente a raíz de los últimos descubrimientos particularmente en la tecnología de baterías de fosfato de hierro-litio que ya se encuentra activando dos VEREs en la China y los anuncios a finales de enero de 2009 en Chile por parte de los principales proveedores de litio del mundo en ocasión de la Conferencia sobre Oferta y Mercados de Litio en sentido de que en realidad existe suficiente litio en la costra terrestre para garantizar la revolución de los carros eléctricos. Sorpresivamente, tal como señala un reciente artículo proveniente del Reino Unido, en 2009, la Toyota parece empezar a moverse hacia la tecnología del litio, aunque nuevamente uno debe preguntarse si esto constituye una verdadera modificación en su estrategia de negocios. A primera vista, el enfoque de la Honda ha sido más consistente que el de la Toyota en términos de lo que viene primero y lo que viene después. Para la Honda, los vehículos eléctricos sólo tienen sentido si son activados por hidrógeno.
Esto explica por qué ha desechado cualquier posibilidad de lanzar carros híbridos enchufables o completamente eléctricos a baterías de litio en el futuro cercano. A pesar de ello, hace poco ha anunciado el inicio de un proyecto de riesgo compartido con Yuasa para producir baterías de ión litio. Uno simplemente se pregunta por qué la Honda está invirtiendo tanto en litio mientras que al mismo tiempo cuestiona esta tecnología. ¿Existe alguna razón específica para este tipo de comportamiento? En este contexto, sólo puedo conjeturar que tanto la Toyota como la Honda estarían apostando al mismo juego, aquél dirigido a evitar por todos los medios que la General Motors tenga éxito en su afán de liderar la revolución de los carros eléctricos. Soy un convencido de que el lanzamiento del vehículo "Volt" por la General Motors es una condición importante (si no la más importante) para la inauguración de la propulsión eléctrica en el mundo.
Si esto no ocurre o si se demora, la Toyota y la Honda tienen mucho que ganar porque esto podría postergar necesariamente el arribo del sexto paradigma tecno-económico con el litio como su factor clave, a tiempo de ayudar a estas empresas a obtener más beneficios a partir de una tecnología de baterías más bien obsoleta aunque todavía comercialmente viable, hasta que la nueva tecnología emergente sea finalmente introducida en el mercado. Esto es muy relevante ahora luego de conocer la noticia de que el presidente y máximo ejecutivo de la General Motors, Rick Wagoner, renunció justo en medio de una crisis severa en esta firma. Por tanto, en lo que hace a la tecnología de baterías de ión litio, la Toyota y la Honda podrían en realidad necesitar ser conservadoras y cautelosas al menos por el momento; podría ser que les convenga comportarse de este modo.
(*) El presente artículo es una traducción de "Why Toyota and Honda Dislike Lithium?" publicado en inglés el 29/03/09 en el sitio web EV World. Com.
(**) Economista y expositor en la Primera Conferencia sobre Oferta y Mercados de Litio (Santiago de Chile 01/09).
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