La aprobación en diciembre de 2010 del derogado Decreto Supremo 748, que levantaba la subvención a los carburantes, tenía el objetivo de incentivar la producción de petróleo y frenar la creciente importación de combustibles.
El vicepresidente Álvaro García Linera había anunciado entonces la creación de un incentivo para incrementar la producción de petróleo y elevar la oferta de líquidos (gasolina y diésel oil) en el mercado nacional.
Por entonces señalaba que las empresas no querían explotar el petróleo porque no era rentable, pues en el país el barril está en 27 dólares, cuando en el mercado externo se cotizaba a 90 dólares.
“Es una de las medidas que estamos tomando: crear un incentivo a la producción de petróleo para que nuestro YPFB y otras empresas que hemos contratado produzcan petróleo”, dijo, según el periódico Cambio. Sin embargo, la medida quedó si efecto el 31 de enero de 2010.
Luego, García Linera anunció en enero de este año que el Estado subvencionará la producción petrolera. “Si queremos producir petróleo, alguien tiene que subvencionar, eso lo va a hacer el Estado (...). No sabemos de dónde vamos a sacar la plata, pero tenemos que incentivar la producción de crudo, porque, cuanto más petróleo producimos en Bolivia, menos importamos del extranjero”, dijo a los medios gubernamentales.
Fuente: periódico "Página Siete" La Paz-Bolivia - 09/12/2011
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