La Oficina Técnica Nacional de los ríos Pilcomayo y Bermejo (OTN), tras un monitoreo en estos meses a las cabeceras, de la cuenca del río Pilcomayo en el departamento de Potosí, logró identificar 1.800 puntos de contaminación medio ambiental por causas diversas que estarían provocando una contaminación a la aguas del río.
La información la dio a conocer el director de la (OTN), Pablo Canedo, quien manifestó que a través del monitoreo que viene desarrollando su institución desde principios de años a las diferentes cuencas de los ríos en el sur de Bolivia, se logró identificar cerca de 1.800 puntos concretos de contaminación en las cabeceras de la cuenca.
La mayoría de estos puntos de contaminación identificados están, principalmente, en el departamento de Potosí y corresponden a empresas mineras que operan cerca de las riberas del río, que en su mayoría no estarían cumpliendo con las leyes mineras y medio ambientales en vigencia.
Ante esta situación Canedo, informó que se iniciaron gestiones ante instituciones y autoridades de Tarija, Chuquisaca y Potosí, para sostener una reunión nacional entre ambos departamentos, para la conformación de un comité nacional de cuidado y preservación de las aguas del río Pilcomayo.
Según la información de la (OTN) unas 600 comunidades de las cuencas altas y media del río Pilcomayo se encuentran afectadas por la contaminación minera, del total de las comunidades afectadas, 315 están en Chuquisaca, 200 se ubican en Potosí y 150 en el departamento de Tarija.
Además el reporte menciona que, en la parte alta, es notoria la contaminación porque el agua tiene un Ph muy ácido, debido a que está muy próxima al lugar de donde salen las aguas, lodos y desmontes acumulados por el paso de los años por la explotación de minerales.
Las familias campesinas y los pueblos originarios del departamento de Tarija, exigen a las autoridades una intervención inmediatamente al tema, que ya se anuncio desde la pasada gestión.
Impacto sobre la pesca
Respecto al impacto de esta contaminación sobre la pesca en general y el sábalo en particular, expertos ecólogos señalan que el río tiene la capacidad de autodepuración por la fuerte corriente en el vertiginoso descenso. Algunos estudios han identificado trazas sin consecuencias para el ser humano, por lo que se recomienda no ingerir la cabeza del pescado. En cualquier caso, el pescado sigue siendo apto para su consumo humano certificado por las autoridades sanitarias.
Respecto al impacto de esta contaminación sobre la pesca en general y el sábalo en particular, expertos ecólogos señalan que el río tiene la capacidad de autodepuración por la fuerte corriente en el vertiginoso descenso. Algunos estudios han identificado trazas sin consecuencias para el ser humano, por lo que se recomienda no ingerir la cabeza del pescado. En cualquier caso, el pescado sigue siendo apto para su consumo humano certificado por las autoridades sanitarias.
Fuente: periódico "El País-Tarija"
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