El desafío que supone la exploración de reservas de gas natural en el país hace imprescindible la participación de petroleras privadas, que aporten recursos y tecnología a una escala que la estatal YPFB no puede alcanzar por sí sola, según el análisis de tres especialistas bolivianos.
Como evidencia de esa afirmación, coincidieron en señalar que en los últimos diez años no se realizó ningún descubrimiento importante y solo se halló reservas de reposición.
El especialista en hidrocarburos y exministro del área, Álvaro Ríos, afirmó que es una tarea que “definitivamente” Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) no puede hacerla en solitario.
“Debe asociarse y las empresas privadas internacionales deben participar debido a que el riesgo se debe compartir. YPFB no tiene ni la capacidad financiera ni la capacidad tecnológica para hacerlo por sí sola. El reto de reponer reservas es muy grande”, señaló.
“Es necesario adoptar tecnologías nuevas y procesos eficientes en acompañamiento con el sector privado”, apuntó por su parte el especialista y también exministro del ramo, Mauricio Medinaceli.
Urgencia
La urgencia obedece a que Bolivia necesita demostrar que es un proveedor fiable para renovar el contrato de compra venta con Brasil, en un momento en que se avecina la declinación de los campos gasíferos que abastecen al mercado interno y permiten cumplir con la exportación a Brasil y Argentina.
Desde 2006 solo ingresaron al país dos petroleras, la estatal rusa Gazprom, y Petroandina, empresa constituida entre YPFB (60 por ciento) y la estatal Pdvsa de Venezuela (40 por ciento) y ninguna empresa privada, destacó, por su parte, el especialista Hugo del Granado, para quien eso significa que ninguna tiene interés en operar en el país.
En promedio en los últimos diez años, dijo, el 64 por ciento de las inversiones en exploración fueron realizadas por YPFB, “que decidió asumir el grueso del riesgo porque no hay con quién compartir la carga, las petroleras del país están reacias a invertir y la razón es un régimen fiscal muy duro y un alto grado de inseguridad jurídica”, añadió del Granado.
A esas condiciones, manifestó del Granado, se suma que la libertad económica para las empresa se ha restringido, incluso incluyendo en la Constitución Política del Estado aspectos como la reinversión de utilidades o que ahora las petroleras están obligadas a participar de manera minoritaria con YPFB, que debe tener el 51 por ciento de participación.
Completa ese panorama adverso la falta de un regulador independiente, pues para del Granado la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) es prácticamente una subsidiaria de la estatal YPFB.
“Las empresas quieren un interlocutor para resolver los conflictos que puedan surgir con YPFB, no un ente que sea juez y parte. Eso no es bien visto”, observó del Granado.
CÓMO ATRAER INVERSIÓN
Para del Granado, la clave para atraer a las petroleras privadas es la libertad económica, amplitud y flexibilización de las condiciones. “Caso contrario, los planes exploratorios tendrán que ser ejecutados por YPFB en 100 por ciento a falta del acompañamiento de las petroleras privadas, pero se debe tener en cuenta que los planes exploratorios necesitan grandes inversiones y YPFB no está a la altura de petroleras internacionales”, señaló.
Por su parte, Ríos afirmó que es necesario un nuevo marco jurídico y una nueva Ley de Hidrocarburos, “más proclive a generar fuertes inversiones en exploración y que YPFB concentre sus esfuerzos en esta actividad y deje de lado la construcción de plantas, por ahora”.
En tanto, Medinaceli señaló que no es posible evaluar las tareas exploratorias de YPFB debido a que “la información que publica no es fehaciente”.
Lo que tiene que hacer YPFB, dijo, es cumplir la Ley de Desarrollo Sostenible, que fue aprobada por el Gobierno de Evo Morales, y establece que tiene que haber una certificación de reservas cada año, algo que no se cumplió.
INSUFICIENTE
“Hay exploración para gas natural pero no la consideramos de ninguna manera suficiente para el nivel de consumo que tendremos cercano a 0,9 a 1 trillón de pies cúbicos (TCF), para contar con reservas descubiertas que permitan renovar el contrato (de exportación) con Brasil y para la fuerte declinación de campos que se avecina”, según Ríos.
Para Ríos, en los últimos diez años la actividad hidrocarburífera se abocó solo a monetizar las reservas existentes descubiertas antes de ese periodo.
Dijo que se requieren más pozos exploratorios, primero para gas natural que es el pilar de la economía nacional.
“Posteriormente, con una nueva Ley de Hidrocarburos y otro tipo de incentivos, debemos ir al norte del país por petróleo. Por ahora, el foco debe ser el gas”, afirmó.
Fuente: periódico "Los Tiempos"
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