lunes, 14 de mayo de 2012

El retorno a la economía comunitaria aliviaría la crisis agraria

Para el sociólogo mexicano e investigador Armando Bartra, la solución a la crisis agraria que se vive en el mundo pasa por volver a la pequeña y mediana economía campesina e indígena de carácter comunitario, sobre todo, en aquellos países que aún conservan poblaciones en el área rural. El especialista en Desarrollo Rural, que en La Paz participó del Foro Andino Amazónico de Desarrollo Rural organizado por el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), consideró que el desafío de los países como Bolivia y Ecuador, que refundaron sus Estados con modelos de economías plurales, es el de lograr equilibrar la balanza asimétrica entre las diferentes economías.
"El modelo de agricultura industrial que se empezó a impulsar en los años 60, 70 y 80 es impracticable en nuestros países porque ha conducido a la pérdida de suelos, de agua, de fertilidad y a la descampenización. Pero Bolivia, que tiene una población rural muy numerosa y pobre, al igual que Ecuador, debe recuperar el campo que está poblado con pueblos y comunidades", afirmó el docente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Según el también miembro de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), la tradición comunitaria campesina es una fuerza productiva y no solo es una cultura, por tanto debe ser enfocada desde ese ángulo.
Bartra señaló que el Estado tiene una responsabilidad fundamental de fortalecer y reencauzar el desarrollo rural, con la participación directa de los actores productivos tanto locales, regionales, como nacionales, proceso al cual debe garantizarse organización económica y social, incorporación tecnológica, investigación y asesoría, tanto para el aspecto productivo como para el comercial.
Para el pensador mesoamericano, los Gobiernos progresistas de centro izquierda como de Bolivia y Ecuador, que fomentaron a través de sus nuevas constituciones políticas de Estado, economías pluralistas donde co-existen las empresas privadas, estatales, domésticas, comunitarias, mixtas, campesinas y familiares, tienen el reto de superar la asimétrica relación entre estas.
"Hay una agricultura asimétrica donde la agropecuaria de los campesinos trabajan en tierras malas con productos para el mercado interno, mientras que el agronegocio tiene las tierras más fértiles, sus cultivos de exportación están reguladas. Este es un modelo perverso del que no se han escapado ni los gobiernos más progresistas del Cono Sur", afirma.
El cambio climático como efecto del efecto del modelo
A estas alturas, cuando el mundo entero está sufriendo de crisis agrícola y por ende, de seguridad alimentaria, agravado además por los efectos del cambio climático, Bartra señala que las alternativas para el campo deben ser pensadas en un contexto global, con todas las especificidades que conlleva la realidad de cada región.
El cambio climático no es otra cosa que el resultado de modelo agrícola implementado en el mundo dice el investigador, quien advierte que aunque se cambie este sistema depredador por uno más saludable con la naturaleza y el mercado, "el cambio climático llegó para quedarse".
"Este es el resultado de un efecto acumulado por centurias y siglos enteros de un modelo de la intensificación de la producción, industrialización, urbanización, agricultura intensiva y abusiva de agroquímicos, por eso no podemos seguir agravando la situación con más emisión de gases de efecto invernadero", sostiene.
El investigador acude a un dicho conocido de los campesinos en México que creen que es mejor no poner todos los huevos en la misma canasta para que cuando se caiga la canasta no se queden sin huevos, es decir, apostar por una agricultura diversificada, donde exista una gran variedad de semillas de cada producto, resistentes a diferentes pisos ecológicos y climas para encarar de mejor manera este difícil periodo.

Fuente: periódico "Jornada" La Paz-Bolivia - 14/05/2012
 

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