martes, 31 de marzo de 2015

Brasil prevé prestar a Bolivia central térmica que fue declarada inservible

En medio de una crisis energética sin precedentes y de la búsqueda de fuentes alternativas para evitar el racionamiento, Brasil invertirá unos 18,5 millones de dólares (60 millones de reales) en renovar una central térmica y prestarla a Bolivia. La operación sólo espera la aprobación del Ministerio de Minas y Energía y forma parte de los compromisos bilaterales entre ambos países, según información publicada ayer en el sitio ucho.info. Inaugurada en 1989, la planta es la denominada Río Madeira, propiedad de Electronorte, una de las empresas del grupo Electrobras. Por 20 años, la planta abasteció a los estados de Rondônia y Acre.

Con una producción de 90 megavatios, el proyecto se encuentra en Porto Velho y puede abastecer a 700.000 habitantes. La Térmica Río Madeira fue cerrada en octubre de 2009, cuando el estado de Rondônia fue conectado al Sistema Interconectado Nacional (SIN) de Brasil para recibir energía hidroeléctrica que es más barata.
En enero de 2014, la supervisión de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) encontró que la planta, ya fuera de línea, tenía condiciones para operar parcialmente. Su período de concesión acababa recién en 2018; sin embargo, “debido al alto costo de operación, esto difícilmente sería comprobado”. Por lo tanto, Aneel declaró los activos de la planta como “inservibles para hacer servicio público”.
En 2010, cada megavatio-hora anta costó 262 dólares (unos 846 reales). En la actualidad, el funcionamiento térmico más caro en Brasil es el Xavante, también impulsado por diésel, con un costo operacional de 0,36 dólares (unos 1,16 reales por MWh).
La planta se someterá a un “recauchutado en general” antes de entrar nuevamente en operación y, antes de donarla, Electronorte la convertirá al gas natural, combustible abundante en Bolivia. La reforma, el transporte y el montaje en Bolivia correrán por cuenta de Brasil. El dinero ya fue transferido por el Gobierno a Electronorte.
Sólo por comparación, una planta de energía térmica con capacidad de 100 MW, cuesta actualmente unos 30,9 millones de dólares (100 millones de reales).
A través de un comunicado, el Ministerio de Minas y Energía dijo que Brasil apunta a “promover la cooperación energética con Bolivia”.
Fuentes de la entidad también informaron que los pasos necesarios para poner en práctica el acuerdo deberán ser informados por Electronorte y la empresa afirmó que el Gobierno debe autorizar la entrega, ya que se trata  de una negociación internacional.
A pedido de Bolivia
La nota resalta que el pedido fue hecho por el presidente Evo Morales, en una reunión bilateral con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff,en la primera cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos (Celac), realizada en Venezuela en diciembre de 2011.
En la reunión, Morales habría explicado a Rousseff los problemas energéticos y constantes apagones en Bolivia y pidió ayuda.
“A pesar de ser uno de los productores de gas más grandes del mundo, Bolivia no tiene el equipo para convertirlo en electricidad”, apunta la nota.
Entonces, Rousseff prometió prestar a Bolivia la termoeléctrica por 10 años, renovable por el mismo período. Sin embargo, el préstamo sería un donativo, ya que el costo de devolverla a Brasil no compensa.
Detrás de la política del buen vecino está la necesidad de garantizar la buena voluntad de los bolivianos, señala la nota.
Recuerda que Bolivia, el mayor proveedor de gas a Brasil, ya aumentó dos veces el precio del metro cúbico enviado a ese país, pero le asegura el suministro
Además, Brasil busca la construcción de una hidroeléctrica binacional, en la frontera, un viejo proyecto aún sin concretar.
Fuente: periódico "Los Tiempos"

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