La oferta de cocaína procedente de América del Sur sigue reduciéndose, en línea con la tendencia de los últimos años, si bien hay diferencias por países, ya que el cultivo bajó en 2013 en Bolivia y Perú mientras que en Colombia no sufrió cambios. La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (Jife), un órgano autónomo del sistema de Naciones Unidas, recuerda en su informe de 2014, publicado ayer, que en los pasados siete años la superficie total cultivada de arbusto de coca descendió en un tercio en esos tres países.
En Bolivia, la Jife menciona que el Gobierno se ha marcado el objetivo de reducir a 20.000 hectáreas la superficie de cultivo de arbusto de coca.
Una cantidad que este organismo encargado de velar por el cumplimiento de los convenios internacionales sobre drogas, considera "excesiva para satisfacer las necesidades estimadas de masticación, consumo y uso de la hoja de coca que se permiten con ciertos fines en el territorio nacional (...)".
De hecho, con 23.000 hectáreas Bolivia redujo esa cifra en apenas en 2.300 hectáreas entre 2012 y 2013.
El informe de la Jife señala que la reducción de cultivos es uno de los indicadores que apunta "a que en los últimos años la oferta mundial de cocaína procedente de América del Sur se ha reducido en tal medida que puede tener un efecto tangible en los principales mercados de consumo".
La disponibilidad de esta droga en los mercados de Europa occidental y, sobre todo, de Estados Unidos "sigue siendo considerablemente inferior a la que había cuando se alcanzó la cota más alta, alrededor de 2006".
En Bolivia se interceptaron 22 toneladas de sal de cocaína y cocaína base, la cifra más baja desde 2007.
La incautación de pasta de cocaína en Perú retrocedió en 2013 casi la mitad, hasta las 10,8 toneladas.
Colombia sigue registrando las mayores de toda América del Sur.
Fuente: periódico "El Potosí"
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