La empresa estatal Papeles de Bolivia (Papelbol) recién empezó a operar en 2014, en ese año produjo papel bond, papel reciclable y papel kraft, y desde 2015 giró a la producción exclusiva de productos ecológicos. Tras dos años y seis meses de funcionamiento aún no despega al 100% de su potencial.
Papelbol funciona en tres hectáreas y está ubicada en la zona El Castillo del municipio de Villa Tunari (Cochabamba).
La planta se asemeja a una gigante máquina para hacer pastas que funciona con tecnología china y brasileña.
La producción se inicia en una disgregadora, una olla enorme donde se echa la materia prima (papeles y cartones) previamente recolectados por Papelbol.
Carlos Rivera, jefe de planta, explicó que en esta etapa se trabaja en la consistencia y en la calidad de la materia prima hasta volverla una masa o pulpa que para continuar su procesamiento debe pasar por los controles del laboratorio que mide su humedad.
El segundo paso consiste en la refinación de esa pulpa, en abrir las fibras para trabajar en su calidad.
Luego de este proceso toda esa pasta entra en una especie de prensa en la que se le adiciona distintos productos químicos que tienen que ver con la resistencia y con la capacidad de absorber la humedad.
Rivera explicó que actualmente están produciendo papel ecológico para impresión, papel marrón o kraft para cajas y que por el momento se dejó de ofrecer papel blanco.
La magia de la tecnologíaUna vez con la fibra ya preparada, con una determinada consistencia, la misma ingresa a una mesa de formación donde se regula la retención de humedad mediante el sistema de gravedad.
Luego se pasa a las prensas que van definiendo el producto final. En esta etapa se trabaja en el espesor del producto, en su gramaje, y en la reducción de humedad que se hace transfiriendo calor.
La temperatura de los secadores va aumentando gradualmente, de 70 grados puede llegar a los 135 grados. En este punto el papel se va enrollando en grandes cilindros y, a medida que va avanzando, los rollos de papel se van formando y están listos para su transporte y posterior corte.
Capacidad de producciónEduardo Velásquez, gerente técnico de Papelbol, indicó que la capacidad instalada que tiene la empresa estatal es la de producir 50 toneladas de papel al día y de unas 15.200 toneladas al año.
Cuando se le consultó sobre la actual producción, Velásquez indicó que en 2014 se llegó a las 700 toneladas anuales.
En 2015, el volumen de papel producido cayó a 450 toneladas, debido a que dejaron de producir papel bond blanco (que requiere celulosa). En el primer semestre de esta gestión se llegó a las 450 toneladas.
“El Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (Sedem), tiene como política el cuidado del medioambiente, por ello se dio un giro a la producción ecológica”, señaló Velásquez.
El funcionario remarcó que Papelbol se encuentra en un proceso de puesta en marcha, por lo que calcula que hasta fin de año recién se llegue a ocupar un 25% de la capacidad instalada.
Sobre la situación financiera de la factoría, Velásquez sostuvo que el patrimonio de la papelera es de $us 45,9 millones y que las inversiones realizadas fueron de $us 17,8 millones para la compra de maquinaria, en donde se incluye el contrato con la empresa brasileña actualmente en juicio por daño al Estado; $us 18,1 millones para obras civiles, servicios y materia prima y $us 2,4 millones para la puesta en marcha de una resmadora.
Cabe recordar que el presidente Juan Evo Morales, durante la inauguración de la planta en 2014, pidió a la estatal Papelbol que genere utilidades a partir del segundo año.
Al respecto, el gerente técnico sostuvo que están trabajando para que la empresa empiece a ser rentable e indicó que, en cuanto a las ventas se refiere, en la gestión 2014-2015 comercializaron distintos tipos de papel por un valor de Bs 1 millón y, en lo que va de 2016, el monto es de Bs 1,3 millones.
Para lograr un mejor desempeño comercial, Velásquez indicó que espera que para el tercer trimestre de 2017 en el Parque Industrial de Cochabamba se concluya la construcción de una resmadora, eso permitirá a Papelbol realizar cortes de diferentes tamaños lo que significará tener un ingreso extra.
Durante el recorrido que duró más de dos horas, se pudo observar que la maquinaria muestra el desgaste habitual por el uso y que los tableros que controlan el funcionamiento de los equipos son nuevos y están en operación.
Fuente: periódico "El Deber"
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