El Ejecutivo reveló que revirtió las concesiones que LionGold tenía en Amayapampa porque sospechaba que la australiana lavaba dinero o explotaba el yacimiento aurífero de forma ilegal, y analiza si el futuro del proyecto será estatal o privado.
LionGold, que se adjudicó la explotación de esa reserva de oro en diciembre de 2012, “no desarrolló ninguna actividad productiva en Amayapampa por lo que se decidió revertir sus (38) concesiones” a través de un proceso que terminó a fines del primer semestre de 2015, informó a La Razón el ministro de Minería y Metalurgia, César Navarro.
La firma australiana tenía previsto iniciar la primera etapa de producción del proyecto en esa gestión, pero “escapó del país” en marzo luego de que el Gobierno comenzara a exigirle desde febrero su plan de inversión tras notar que pagaba a sus trabajadores “sin producir un solo gramo de oro”, recordó. Esta forma de operar “implica que estaban produciendo y exportando oro de manera oculta o que estaban lavando dólares”, agregó la autoridad, que calificó la situación de “muy preocupante”.
“Una comisión (del Gobierno) está recabando toda la información correspondiente de las empresas que han trabajado el yacimiento. Hasta el miércoles vamos a tener resultados sobre ese tema”, anunció a este medio el presidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Marcelino Quispe, consultado respecto a la toma de acciones legales contra LionGold. Los representantes de esa compañía “han estafado” a sus casi 280 trabajadores y “se han escapado del país” dejándolos sin fuentes de trabajo, afirmó Navarro.
El lunes, el Gobierno se comprometió con los trabajadores de esa mina —quienes se movilizaron por el centro paceño para exigir la cesión de ese yacimiento de oro— a que en un plazo máximo de 160 días la Comibol instale en esa región una planta de procesamiento de 100 toneladas día para que los mineros no se queden sin trabajo.
PROYECTO. Amayapampa (norte de Potosí), ha sido uno de los yacimientos auríferos que más problemas sociales ha registrado desde que en 1996 se convirtió en un campo de batalla durante la toma de la mina por parte de comunarios de la región, con el saldo de 11 fallecidos.
Desde entonces, pasó por las manos de Da Capo Resources, Vista Gold, Nueva Vista y LionGold, firma que inició sus negocios en marzo de 2012 y que aumentó la cantidad de reservas calculadas de la mina de 1,28 millones a 1,79 millones de onzas.
“Todavía estamos en gestiones preliminares”, pero ya hay “casi un 90%” de certeza de que “la Comibol se hará cargo de (todo el yacimiento) de Amayapampa”, aseveró Quispe.
Sin embargo, Navarro sostuvo que en un mes se definirá si el yacimiento se adjudicará a través de “una licitación o una invitación” directa.
Fuente: periódico "La Razón"
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