La Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), que agrupa a las petroleras que operan en el país andino, advirtió hoy sobre los escenarios cambiantes e incertidumbres externas para el negocio del gas.
La presidenta de la CBHE, Claudia Cronenbold, se refirió a los temas al inaugurar en la ciudad de Santa Cruz (este) el IX Congreso Internacional Gas & Energía 2016, que tiene como tema central el debate sobre las "Nuevas Fronteras Energéticas. Los desafíos de Bolivia en ese contexto".
Sostuvo que Bolivia quiere convertirse en el centro energético de la región y esos planes marcan la agenda de desarrollo del sector, "en medio de un cambiante escenario en el Cono Sur donde cada país también tiene sus propias decisiones y políticas al respecto".
Cronenbold recordó que Bolivia consume 1.400 megavatios de electricidad y el Gobierno del presidente Evo Morales proyecta exportar alrededor de 8.000 megavatios en los próximos años.
A juicio de la ejecutiva, el objetivo gubernamental plantea un escenario desafiante "que conlleva construir una serie de hilos conductores desde la parte técnica hasta la legal y comercial".
Reconoció que en medio "de cambios en el contexto internacional" el sector de hidrocarburos se desenvuelve en Bolivia en un "tiempo de precios muy difíciles para rentabilizar los proyectos".
Además, sostuvo que las economías de los mercados para el gas natural boliviano, que son Brasil y Argentina, "están pasando por momentos complejos y ello sin duda repercutirá en el fondo y en la forma en que se negocien nuevos acuerdos de compraventa".
Según Cronenbold, aún existe la incertidumbre que se sentía el año pasado sobre el precio del petróleo, al que está indexado el coste del gas natural boliviano.
No obstante, a su juicio, el mundo de la energía "ha entrado en un punto de inflexión que, como se trata de un sector de ciclos largos, solo tendrá resultados visibles en los próximos años".
Solo a futuro se sabrá si el haber postergado y reducido las inversiones en el sector de hidrocarburos "fue adecuada para un nuevo nivel de demanda, o no", reflexionó la ejecutiva.
Agregó que la caída del precio del crudo, las decisiones mundiales sobre el cambio climático y la desaceleración económica global impulsan una transición energética a procesos más eficientes, menos contaminantes y más sostenibles.
"Las nuevas fronteras de la energía marcan el futuro del suministro, incluyendo la superación de retos en los ámbitos económico, social y ambiental", sostuvo.
En ese sentido destacó la necesidad de un equilibrio en el "trilema energético" del Consejo Mundial de Energía para garantizar la rentabilidad de las inversiones y la seguridad del suministro, el acceso de todos a la energía y el cuidado del medioambiente.
En Bolivia operan más de una docena de trasnacionales, entre ellas la española Repsol, la brasileña Petrobras y francesa Total, bajo un esquema de control estatal desde la nacionalización del sector decretada por el presidente Morales en 2006.
Fuente: periódico "La Razón"
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