La Cámara Departamental de la Pequeña Industria y
Artesanía de La Paz (CADEPIA), informó que la tala indiscriminada de
árboles de alto valor, el tráfico de madera y los incendios forestales,
son los causantes para la escasez de las variedades maderables como la
mara, el cedro y el roble. La fundación Herencia de Pando advierte que
en 30 ó 40 años recién se verá la reforestación de estas especies."La madera es escasa, no hay la mara, cedro,
ni el roble, cada vez es más difícil conseguir este tipo de madera de
calidad y están entrando otras maderas que no son conocidas", señaló
Genaro Torrez, Presidente de CADEPIA.
A pesar de estas dificultades, indicó que sus afiliados se dan modos
para elaborar muebles de alta calidad, ya que al no contar con hornos de
secado industrial deben cumplir con el procedimiento de manera
artesanal, lo cual implica más tiempo."Nuestros productores se proveían antes de la mara de Los Yungas, de Alto Beni (Norte de La Paz), y de Santa Cruz, pero como se ha explotado hace años de manera irracional, ha provocado que sea escasa y cara. Por ejemplo una puerta pequeña de mara llega a costar hasta tres mil bolivianos", acotó.
Ante esta situación afirmó que Brasil aprovechó de ingresar al país muebles melamínicos que son muy frágiles. "La gente está empezando a exigir calidad, el microempresario boliviano se da modos de construir muebles de calidad, y de alguna manera se ha beneficiado de las técnicas que ha dado Monopol en pintura, barnizado y laqueado", remarcó Tórrez.
Por su parte, el economista e investigador, Juan Fernando Reyes, Director Ejecutivo de Herencia, institución boliviana que promueve el desarrollo sostenible en la Amazonía, manifestó que la madera de mayor calidad está desapareciendo y que tardará entre 30 a 40 años el contar con nuevos árboles de valor maderable si se espera su reforestación natural, y un poco menos si se induce su reproducción.
"Maderas como la mara en determinadas regiones del país por el uso y aprovechamiento excesivo que se le dio, será muy difícil su reproducción porque habrá una reforestación artificial que es lo más probable", argumentó.
Según Reyes, es muy complejo determinar el impacto de la deforestación selectiva de árboles con valor maderable dentro de los bosques. Sin embargo, afirma que el fenómeno se dio sobre todo en el periodo previo a los 2000, cuando no existía una normativa que regulara su aprovechamiento ni una adecuada legislación que controlara estos aspectos.
En el caso de Pando afirma que la deforestación está vinculada a la construcción de las carreteras y a la habilitación de pastos para la ganadería, mientras que en el Norte de La Paz a los periodos secos y de quema que derivan en incendios forestales y a los procesos de colonización. En Beni atribuye a una tradición ganadera de cambio de uso de suelo que afecta las áreas forestales.
"La deforestación selectiva o el descremamiento del bosque que es igual a sacarle los recursos de mayor valor se dio en las propias concesiones forestales porque aunque no fueron desertificadas se priorizaron las maderas con más valor", manifestó.
Actualmente, a pesar de contar con normas de regulación sobre las concesiones forestales, los controles institucionales son débiles y continúan el tráfico de madera y la deforestación en áreas prohibidas, finalizó
Fuente: periódico "Jornada" La Paz-Bolivia - 18/06/2012
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