El presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales Ayma, inauguró un horno en la Empresa Metalúrgica de Vinto (EMV), lo que permitirá que esta empresa incremente su producción de estaño fino de aproximadamente 12.000 toneladas métricas por año a 15.000 toneladas métricas. La Fundidora de Vinto está ubicada a pocos kilómetros de la ciudad de Oruro, donde esta mañana el presidente Morales puso en marcha el horno Ausmelt, con lo que la empresa elevará su producción de estaño.
“Damos por inaugurado el horno Ausmelt y esperamos aportar y apoyar para que nuestra empresa siga adelante", dijo el Jefe de Estado, a tiempo de poner de relieve que con este nuevo horno el país está entre los cinco países del mundo que tienen los hornos más grandes, con la mejor tecnología, tras lamentar el retraso en su entrega debido a factores técnicos.
En el acto estuvieron también, entre otros, el vicepresidente Álvaro García Linera; el Gobernador de Oruro, Santos Tito, y representantes de la Central Obrera Boliviana (COB) y de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB).
Mientras, el gerente general de la EMV, Ramiro Villavicencio, sostuvo que esa metalurgia ahora tiene el reto de procesar 15.000 toneladas métricas de estaño fino de manera anual, para consolidarse entre las cinco más importantes del mundo.
La construcción y montaje de esa fundidora de metal tiene una inversión de 39.488.078 de dólares.
La construcción y montaje de esa fundidora de metal tiene una inversión de 39.488.078 de dólares.
Morales, que recordó la nacionalización de la metalúrgica en 2007, dijo "cuán importantes habían sido las decisiones políticas" en el país, ya que sin ese proceso, en Bolivia no se hubieran consolidado obras de gran magnitud, como es el caso del horno Ausmelt.
"Las capitalizaciones nos han llevado al atraso. En muchos rubros el sector privado internacional se adueña de los recursos naturales y se adueñan de las empresas públicas y nunca han invertido, sólo se robaban la plata", argumentó.
Villavicencio resaltó el trabajo de 20 empresas bolivianas y otras cinco extranjeras que montaron ese gigantesco horno de fundición, lo que consolidó -a su juicio- un "emprendimiento de alto impacto tecnológico".
"Vamos a ser la quinta fundición más grande del mundo y por eso estamos trabajando en esa nueva visión y sobre todo coadyuvando la revolución democrática y cultural", aseguró.
Además, informó que la EMV logró devolver a la fecha 28 millones de dólares de un fideicomiso de 39,5 millones de dólares otorgados por el Gobierno para la instalación de ese horno fundidor.
Los niveles de producción desde la nacionalización fluctúan entre 11.300 a 11.800 TMF de estaño metálico, dependiendo de la calidad de concentrados, actualmente la empresa trabaja al 95,6% de su capacidad instalada actual.
En 2014, la EMV generó ingresos por 270 millones de dólares en exportaciones.
Fuente: periódico digital "OxígenoBolivia"
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