Tiene mucha confianza de que los efectos de la fluctuación de los precios del barril del petróleo no afectarán la economía nacional. No obstante, hay proyectos para enfrentar una posible amenaza.
¿Con qué criterio toma el Gobierno las bajas del precio internacional del petróleo?El Ministerio de Hidrocarburos está siendo muy técnico y puntual en este tema. Nosotros coordinamos con YPFB y el Ministerio de Economía para proyectar el caso de la manera más precisa. Los precios aún están fluctuando demasiado, pero con tendencia positiva. En los últimos días, hubo un repunte en el precio y eso favorece a Bolivia. Pero más aún en ese tipo de escenario, lo que hacemos es proyectar el precio de gas natural que va a percibir Bolivia, por exportación.
¿Cómo están reaccionando en términos de medidas?Para Bolivia, lo más importante es mantener la economía saneada. El año pasado han sido aproximadamente $us 6.000 millones recaudados por gas natural en el escenario de un promedio de $us 100 el barril. En la actualidad, por esta baja del petróleo, lo que estamos tratando es de hacer más precisos, por lo que vamos a recibir. Si no hay una baja del precio y oscila entre los $us 50 ó $us 60 dólares, será entre $us 1.300 a $us 1.500 millones que dejaríamos de percibir por la venta de gas natural. Pero esta cifra la tenemos que reemplazar con algún otro ingreso.
¿Y cuál es el plan?Prácticamente es la diversificación. Dentro de esto, está el pilar de la industrialización. Con la planta separadora de líquidos de Gran Chaco, tenemos una producción de GLP y con la planta de amoniaco-urea, vamos a tener una producción de urea.
¿Qué planes más específicos están siguiendo?Hemos incrementado el cupo de diésel para los productores, con el fin de que su maquinaria pueda producir más alimentos. Queremos ser exportadores de alimentos. Para eso, se necesita energía y se les está dando al sector agropecuario, inclusive 1.200 litros para que puedan producir más alimentos.
¿Hay otros beneficios a la producción agrícola?También se les estará dotando de amoniaco y urea. Cualquiera de los dos fertilizantes, con precios muy favorables a los actuales.
¿A qué otro sector apuntan?Otra entrada va a ser la planta de GLP de Gran Chaco. Serán alrededor de $us 100 millones que van a entrar al TGN, aplicando un proceso de fraccionamiento. Es decir, se separarán los líquidos y se venderán más caro que cuando se lo vende como gas natural de exportación. Esta será otra entrada. Obviamente, lo que vamos a tratar de realizar a corto plazo, es que el abastecimiento siempre se garantice al mercado interno. Esta diversificación de la economía más la inversión pública de todo el Gobierno (de más de $us 6.100 millones), sopesa cualquier tipo de modificación u oscilación económica. Solo YPFB está invirtiendo $us 2.200 millones este año. También queremos garantizar los mercados de exportación. Son $us 44.500 millones por gas natural que entra al país.
¿Todo esto se dará a mediano plazo?Todos estos proyectos serán en 2015.
¿En qué situación está el avance de las plantas de amoniaco-urea y la planta separadora de líquidos de Gran Chaco denominada por el presidente como Carlos Villegas?Un tema climatológico retrasó el proyecto de amoniaco-urea. Pero en lo que se refiere a la ingeniería, procura y construcción de la planta en Bulo Bulo (provincia Carrasco, Cochabamba), se ha llegado al 61%. Esto nos garantiza de que en el primer semestre de 2016 entre en marcha la planta.
¿Está retrasado el proyecto?Sí. Avizorábamos que para finales de 2015 la planta iba a empezar, pero ahora lo estamos haciendo a través del control de los desembolsos para el proyecto. Llovió demasiado el año pasado en Bulo Bulo. Pero Samsung tiene un compromiso con Bolivia y el Ministerio va a fiscalizar e impulsar a través de la autorización de los desembolsos.
¿Y cómo va Gran Chaco?Ya hubo una preentrega. Es una puesta en marcha progresiva y va por el 92% de su conclusión, en función a la entrega total del proyecto. Hasta mediados de este año, vamos a estar produciendo GLP de exportación, con una producción de 1.200 toneladas métricas por día.
¿Sigue su programación?En comparación con la planta de Río Grande, esta es seis veces más grande y se manejan más de 32 millones de pies cúbicos por día. Lo que nosotros hacemos es tratar de impulsar el tema de operación. Son más temas de detalle que estamos viendo en la actualidad. Ya hay una puesta en marcha de la planta, pero todo el tema de operación fue un poquito más lento de lo que esperábamos, pero de todas formas, se estaba planificando para el primer trimestre de esta gestión y la diferencia es mínima.
Un nuevo decreto (2255) establece las tarifas aplicables al sistema de Gas Natural Comprimido (GNC) ¿Cuál es su importancia?Con esto se cerró el proceso normativo del GNC. Ahora, a través de nuestro brazo operativo de YPFB podemos materializar la ejecución de proyectos de abastecimiento de gas natural en las zonas alejadas tanto para consumo domiciliario como para emprendimientos industriales.
¿Cómo funcionará?
El proyecto de Gas Natural Comprimido es complementario al proyecto de GNL que hasta mediados de este año se prevé la entrega de la Planta de Licuefacción, que se instala en Río Grande, Santa Cruz y que beneficiará a 27 poblaciones inicialmente.
Fuente: periódico "El Deber"
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