Gritos desde la profundidad de la selva amazónica, de indígenas supuestamente no contactados de un pueblo en situación de aislamiento voluntario, dieron la luz roja sobre su presencia a los técnicos de la compañía china BGP, encargada de ejecutar tareas de exploración sísmica en busca de hidrocarburos en la Cuenca Madre de Dios, y esa situación los obligó a la reubicar sus equipos de topografía.
ANF accedió a reportes de la Central de Comunidades Indígenas Tacana II Río Madre de Dios (CITRMD), la empresa PBG Bolivia SRL y la petrolera estatal YPFB –fechados entre el 12 y 19 de septiembre– y en dichos documentos se informa sobre las primeras señales a cerca de la presencia de presuntos indígenas no contactados en la zona del “Proyecto Adquisición Sísmica 2D de la Cuenca Madre de Dios del Área Nueva Esperanza”. Se asegura que se dieron con huellas de personas, ramas rotas, senderos abiertos y restos de alimentos.
En uno de esos documentos, el gerente del proyecto, Yu Fegbo, y el jefe de Brigada de PGB, Alfredo Salvador –en una carta dirigida al gerente del proyecto Sísmica 2D de YPFB Corporación, Iván Zeballos, que lleva la referencia: “contacto con miembros de pueblos indígenas originarios en la línea 11031”– describen que el grupo de trabajo identificado como Topografía 10 reportó sobre la presencia de posibles miembros de pueblos indígenas originarios que se manifestaron con gritos y voces.
“El hecho ocurrió el 17 de septiembre a las 8.14 horas, reporte recibido en sala de radio X0 del campamento base El Chivé, notificándose haber escuchado gritos y voces de terceras personas a aproximadamente 100 metros del lugar de los trabajadores situados en la línea 11031; estaca 1993, cuyas coordenadas son las siguientes UTMWGS-84: Este 572040.12, Norte 8562200.10”, señala el informe que precisa el sitio.
En este informe remitido a YPFB, los tres trabajadores que testificaron el hecho, reportan que siguieron escuchando voces y gritos de hombres, mujeres y niños, cada vez más cercanos hasta llegar aproximadamente a 80 metros de su ubicación. “Progresivamente sintieron estar rodeados por el flanco oeste en la línea. Como primera acción inmediata mantuvieron la calma para no ser detectados, luego los gritos cesaron y con mucha precaución comenzaron el retorno al campamento Volante CV-L7”, agrega el documento.
Como antecedente de este caso, señalan que el grupo de trabajo Topografía 10, en su reporte radial, indicó que en la Línea L-11031, entre las estacas 1912 a 1951, observaron senderos y huellas humanas. Lo reportado activó mayores controles en el monitoreo radial dada la posibilidad de cazadores en el área, aunque las evidencias entonces no eran contundentes como para considerar la presencia de posibles miembros de pueblos indígenas originarios.
Sin embargo, ante mayores evidencias de supuestos grupos humanos no contactados, “se procedió a la reubicación de los grupos de trabajo Topografía 10 y Topografía 8, desde el campamento volante CV –L7 hacia el campamento volante CV –W5, para ello se reprogramaron los planes de vuelo del día, se utilizaron aeronaves para el transporte de carga (estructura, moteles, alimentos) y la aeronave BK117B2-CP 3059, con un total de 36 pasajeros”.
Fuente: Agencia de Noticias Fides "ANF"
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