Desde 2010 he argumentado que para que el litio se convierta en un factor clave del próximo paradigma tecno-económico, se requieren innovaciones en sus procesos de extracción. Desde entonces he elogiado la investigación llevada a cabo por un grupo de trabajo coreano creado en la primera mitad de ese año con muestras de litio obtenidas (a título gratuito) de Bolivia.
Ese grupo de trabajo desarrolló una nueva tecnología para extraer y procesar litio que va más allá de la evaporación solar, los procesos de evaporación, y la producción de carbonato de litio para ir directamente hacia la sintetización de cátodos de baterías. Posco, una compañía coreana conocida por la fabricación de acero y procesos avanzados, parece haber sacado provecho de esa relación inicial de vanguardia entre Corea y Bolivia. Después de intentos fallidos en Bolivia y Chile, todo parece indicar que está lista para aplicar su nueva tecnología en la Argentina para revolucionar la industria del litio en el mundo.
En mi presentación en la Reunión del Grupo de Expertos Senior sobre el Desarrollo Sostenible del Litio en América Latina, organizado por la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), celebrada en noviembre de 2010 en Santiago, Chile, desarrollé un argumento presentado en 2008 en relación con las tres condiciones [a saber, (i) costos relativos claramente percibidos como bajos y cayendo rápidamente; (ii) disponibilidad casi ilimitada de la oferta sobre largos períodos de tiempo; y (iii) claro potencial para el uso o la incorporación del nuevo factor clave en muchos productos y procesos en todo el sistema económico] que se deberían cumplir para que el litio se convierta en el factor clave del Sexto Paradigma Tecno-económico en el mundo.
En concreto, al comentar la primera condición sugerida por Freeman y Pérez, argumenté que no podrían haber costos bajos y en disminución de litio sin invenciones e innovaciones en sus procesos de extracción. Procedí luego a describir lo que quería decir. En pocas palabras, me refería a que era necesario ir más allá de: la utilización de la energía solar para procesos de evaporación; procesos de evaporación en general; y la producción de carbonato de litio como tal para ir directamente hacia la sintetización de cátodos para baterías de iones de litio. Aquí puse de relieve la labor de investigación que un grupo de trabajo de Corea del Sur creado en la primera mitad de 2010 había llevado a cabo precisamente en esa dirección con muestras de litio obtenidas (a título gratuito) desde el gobierno de Bolivia. De acuerdo con mi sugerencia, el informe final de la reunión incorporó la siguiente conclusión:
"11. Existe una gama de nuevas tecnologías de extracción de litio que pueden ir más allá del uso de la energía solar para la evaporación, evaporación en sí y la energía solar como tal, y que podrían contribuir a mejorar la producción de litio en el futuro".
El resto de la historia es más o menos como sigue. A pesar del escepticismo inicial por parte del gobierno de Bolivia sobre los descubrimientos de Corea, menos de dos años más tarde se decidió a firmar con un consorcio de Corea (formado por Posco y Kores) un acuerdo para producir cátodos de litio de las salmueras de Uyuni. De todos los actores coreanos que participaron en ese grupo de trabajo, Posco parece haber capitalizado la mayor parte de estos avances. Desafortunadamente, el contrato nunca se materializó debido a un impasse surgido entre Bolivia y Posco. Estoy en deuda con una amiga de Venezuela por esta importante pieza de información claramente descrita en un artículo de noticias de Corea. Lo que ocurrió fue que cuando estaban a punto de firmar el acuerdo, "el lado boliviano exigió la exclusión de los pagos de regalías por el uso de la tecnología de Posco", y que se firmó el acuerdo, "sólo después de que acordaron incluir una cláusula de pago de regalías en un documento separado". Dado que el contrato nunca entró en vigor, se puede deducir que eso fue porque Bolivia probablemente se negó a firmar ese segundo documento.
Posco luego partió de Bolivia para Chile donde participó en un proceso de licitación que finalmente fue cancelado debido a acusaciones de corrupción. Esto, sin embargo, no impidió que la empresa coreana armara una planta experimental donde demostró su tecnología revolucionaria. Debido a una falta de definición de la perspectiva respecto al litio por parte del gobierno de Chile, a finales de 2014, el fabricante de acero de Corea se trasladó a Argentina donde unió fuerzas con Lithium Americas (LA) para construir otra planta experimental con el mismo objetivo en mente. Unos meses más tarde, se presentaron los resultados satisfactorios de la tecnología de vanguardia. En efecto, el jefe de proyecto del litio, fue citado diciendo que "el proceso tradicional utilizando el método de evaporación requiere hasta 18 meses para la extracción de litio con tasas de recuperación bajas, pero nuestra nueva tecnología de extracción sólo necesita 8 horas y tiene tasas de recuperación de 90% ", lo que llevó a las dos empresas a iniciar conversaciones de comercialización. Como corolario de intensas negociaciones, el 26 de agosto de 2015 se ejecutó un preámbulo de acuerdo (PDA) entre las mencionadas empresas.
Según el comunicado de prensa correspondiente, el PDA "proporciona el marco y las condiciones para establecer una compañía de riesgo compartido, el cual las partes esperan negociar después de la finalización de las debidas diligencias, y durante el cuarto trimestre de 2015". A continuación, establece "que Posco aportará a la empresa conjunta el derecho a utilizar sus tecnologías de extracción de litio patentadas para la producción de carbonato de litio e hidróxido de litio, mientras que LA contribuirá con el derecho a utilizar la salmuera de sus propiedades en el salar Olaroz-Cauchari". Por último, se informa que Posco "se ha comprometido a financiar los gastos de capital requeridos para la fase inicial de 2.500 toneladas de producción comercial, por delante de la obtención de fondos de la compañía de riesgo compartido dirigidos al incremento de la producción a 20.000 toneladas" a finales de 2017.
Sin embargo, de pasada, el comunicado de prensa informó también sobre el proyecto de fusión de LA con Western Lithium, el cual en realidad se concretó el 4 de septiembre de 2015, por el cual "Western Lithium adquirió la totalidad de las acciones ordinarias emitidas y en circulación de Lithium Americas".
Lo que pasó desde entonces hasta mediados de febrero de 2016 no resulta tan claro. Al parecer, las debidas diligencias destinadas a completar el arreglo de riesgo compartido entre Posco y Western Lithium no progresaron. ¿Por qué? Puedo pensar en dos posibles razones. La primera, que Posco estaba sufriendo dificultades financieras en el momento lo que derivó en una pérdida en su Casa Matriz en 2015. De hecho, sus problemas parecían haber mejorado ligeramente recién hacia el final del primer trimestre de 2016. Y, la segunda, que los retrasos de Western Lithium parecen estar relacionados con la lucha de la compañía por la supervivencia en medio de presiones por acuerdos condicionales con sus principales accionistas en su sucursal de América del Norte y los problemas de integración y organización resultantes de la fusión en la sucursal sudamericana. Se puede hipotetizar que a finales de 2015 Posco se puso muy nerviosa y buscó otra opción.
El 15 de febrero de 2016, Posco sorprendió al mundo al anunciar que comenzaría la construcción de una nueva planta de 2.500 toneladas de carbonato de litio (para entrar en pleno funcionamiento en 2017) en Argentina, que no tenía nada que ver con el Proyecto Olaroz-Cauchari de Western Lithium. A pesar de la negación de ésta última de que Posco eligió un socio alternativo, todo indica que ese podría ser el caso. Debemos recordar que el PDA suscrito era un documento no vinculante. El acuerdo firmado entre Posco y Lithea Inc. para construir una nueva planta de carbonato de litio en el Salar de Pozuelos, provincia de Salta, pone entonces de relieve los deseos de Posco de entrar en la producción de carbonato de litio tan pronto como sea posible. Según Dundee Capital Markets, esto también demuestra que Western Lithium y Lithea son "sólo dos de muchos socios potenciales de Posco."
Por otra parte, de acuerdo con un reportaje más reciente de Corea, Posco estaría abocado a acortar el período de construcción de su planta de litio en Argentina "adelantando su conclusión hasta septiembre en vez del objetivo inicial de fin de año." Asimismo, en respuesta al reciente aumento de la demanda del el metal blanco, se ha planteado la meta increíble de 40.000 toneladas de carbonato de litio por año en 2017. Esta última cifra sólo puede tener sentido si estamos de acuerdo en que la tecnología de Posco para extraer y procesar carbonato de litio y obtener cátodos para baterías de iones de litio desarrollada en cooperación con el Instituto de Investigación de Ciencia y Tecnología Industrial (RIST, en inglés) es verdaderamente revolucionario. No es por tanto ninguna sorpresa que el nuevo presidente de Posco se haya desempeñado como director del RIST desde 2009 hasta 2011, lo que implica que él está muy consciente del nuevo reto.
Por último, revisando la evolución de las acciones de Posco entre el 8 de mayo de 2015 y el 9 de mayo de 2016 en la Bolsa de Nueva York, se percibe una clara tendencia al alza - solamente eclipsada por una caída reciente, probablemente en razón de los movimientos de precios en el mercado del acero - a partir del 16 de febrero de 2016, lo que proporciona apoyo adicional a argumentos previos de otros autores (y míos) en sentido de que la innovación tiene en verdad premios.
*Por: Juan Carlos Zuleta Calderón MInergia: Analista de la Economía del Litio.
Fuente: periódico digital "Urgente.Bo"
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