Dirigentes de pueblos indígenas expresaron ayer su temor y rechazo a ser reubicados por la construcción de megaproyectos hidroeléctricos del Gobierno, como El Bala, Chepete y Rositas.
“Nos afectaría el 50 por ciento de nuestra TCO que abarca alrededor de 600 kilómetros cuadrados, no es una tierra de nadie, existe una cultura que vive ahí”, señaló.
Asimismo, aseguró que también parte de su cultura será dañada.
El secretario de recursos naturales del Consejo Indígena Tacana, Robert Cartagena, señaló que hay incertidumbre en su comunidad porque el Gobierno no les brinda información clara sobre la afectación que causará El Bala y Chepete.
Mientras que el secretario de tierra y territorio del pueblo Leco Apolo, Ovidio Durán, señaló que ante este temor ellos construyen su propia estrategia de defensa de su territorio. “Es nuestra casa grande donde recolectamos y comemos nuestros frutos, además existen lugares donde hacemos la recolección del incienso, copal y plantas medicinales”, aseguró.
Lourdes Miranda, de la comunidad Tatarenda Nueva, señaló que más de 300 familias serían reubicadas por la represa de Rositas, en Santa Cruz. “Significa que nos van a sacar de nuestros lugares (...), el tema es que ahí vivimos, ahí vivieron nuestros abuelos, tiene que haber otras salidas”, dijo.
Asimismo aseguró que no confían en las autoridades. “Nos sorprende que nos digan que aún no hay nada (del proyecto) y vimos el helicóptero y a los chinos que ya están buscando donde poner sus campamentos”, aseveró.
Fuente: periódico "Los Tiempos"
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