Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), rechazó las conclusiones de un informe del diario New York Times, que señaló que el uso de alimentos transgénicos no ayuda ni a la productividad agrícola ni a reducir el uso de herbicidas.
“Las conclusiones del reportaje del New York Times muestran una posición sesgada, su debilidad está en no consultar con científicos que trabajan en el tema ni hacer una revisión exhaustiva de los estudios disponibles; si algo hay para rescatar del mismo, es la confirmación de que los alimentos transgénicos no dañan la salud, algo más que demostrado en 20 años de consumo”, dijo Rodríguez.
Rodríguez expresó que hay más de 150 publicaciones científicas que muestran que la denominada “agricultura de precisión” (transgénica), que usa semillas genéticamente modificadas ayuda disminuir el uso de plaguicidas y a incrementar la productividad en ciertos cultivos.
“Quienes trabajan en el tema de la ‘agricultura de precisión’ por años, sostienen que no hay nada nuevo en las afirmaciones del New York Times, más bien se trata de conclusiones sesgadas que machaconamente son formuladas por opositores ideológicos y que hacen política a nombre de la pobreza y el medioambiente, que dedican su vida a denigrar los beneficios de la biotecnología”, afirmó Rodríguez.
Rodríguez citó el estudio del científico Andrew Kniss, de la Universidad de Wyoming, quien aseguró que “a pesar de que los cultivos de semillas genéticamente modificadas no fueron diseñados para incrementar el rendimiento, sino para manejar y mitigar una de las causas principales para la pérdida de cultivos –control de plagas provocadas por insectos y hierbas–tuvieron el éxito esperado además de incrementar su rendimiento en 37%”.
New York Times
El estudio del diario estadounidense, publicado por ANF, usó datos oficiales de instituciones de Gobierno, NNUU y fuentes académicas y llegó a la conclusión de que el uso de transgénicos no ha aumentado la productividad ni ha reducido el uso de pesticidas en EEUU y Canadá en comparación con la situación que se registra en países europeos, donde éstos no se permiten.
Los defensores de la biotecnología dijeron que los transgénicos cumplirían dos objetivos principales: al hacer a los cultivos inmunes a los efectos de los herbicidas y resistentes a varias plagas, generarían más productividad y menos uso de pesticidas.
El análisis del periódico señala que ninguna de las dos cosas se comprueba en la realidad al comparar 20 años de producción en EEUU y Canadá versus Europa.
Para Rodríguez, el artículo del New York Times omite mencionar beneficios importantes de cultivos transgénicos, tal es el caso del maíz Bt, que supuestamente evita la contaminación por micotoxinas en cultivos expuestos al ataque de insectos.
Recordó que con el “maíz convencional” es atacado por hongos, en cambio el de la versión Bt elimina ese problema “no solo al limitar la reproducción de insectos –como el “gusano cogollero”, que está haciendo estragos en Bolivia– sino que deja a la mazorca de maíz protegida contra los hongos”.
Fuente: Agencia de Noticias Fides "ANF"
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