Bolivia está con la soga al cuello en producción y venta de gas. Hace sólo dos semanas Argentina acaba de multarla con 2,1 millones de dólares por no cumplir con los volúmenes de contratos.
En esa proyección coinciden expertos en temas de hidrocarburos consultados por este medio, que ven un balance ajustado por la falta de puesta en marcha de nuevos campos y por el creciente consumo del mercado interno.
Hace dos semanas, la estatal argentina Enarsa impuso a Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB) una multa de 2,1 millones de dólares por el incumplimiento en entrega de gas, en julio pasado. El promedio de la nominación de ese mes era de 21,55 millones de metros cúbicos diarios (MMm3 día) y lo que YPFB entregó en promedio fue de 15,40.
Aunque YPFB está obligada constitucionalmente a cumplir con la demanda del mercado interno, los envíos a Brasil y Argentina se ven perjudicados por la reducción de volúmenes enviados.
Actualmente, según los especialistas, el mercado interno tiene una demanda promedio 13,2 MMm3 día y está previsto un crecimiento del 10 por ciento por año, por lo que hasta 2020 podría llegar perfectamente a 19 o 20 MMm3 día.
Paralelamente, el contrato con Argentina establece una entrega de 27,7 MMm3 día hasta 2021, y el de Brasil, que culmina en 2019, unos 31 MMm3 día.
De mantenerse el ritmo y de suscribirse un nuevo convenio con Brasil en las mismas condiciones, Bolivia tendrá una demanda que superará los 78 MMm3 día, mientras que la producción llegará sólo a 65,5 MMm3, tomando en cuenta la producción que se sume del campo Incahuasi fase II. No se toman en cuenta aún las probables declinaciones de otros campos.
“La situación es bastante complicada y no merece la política equivocada que ha implementado este Gobierno”, opina el especialista Hugo del Granado, quien añade que la producción actual no garantiza el requerimiento del mercado externo. “No sólo no estamos cumpliendo la cantidad contratada, sino que ni siquiera cumplimos con el mínimo para evitar multas”, explica.
Por su parte, el especialista Álvaro Ríos afirma que el balance oferta demanda “está bastante apretado” y podría darse un déficit si Brasil y Argentina demandaran al máximo y al mismo tiempo.
“Tiene que ver mucho la oferta y demanda con el ingreso del campo Aquío que son otros 6,5 (MMm3 día) y también con la velocidad con que declinen los campos de San Alberto y San Antonio. Esas variables hacen ver que el balance está muy estrecho”, afirma.
Según el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, afirmó que la producción nacional de gas actualmente es de aproximadamente 60 MMm3 día, aunque él garantiza que en los próximos años Bolivia tendrá una producción de 74 MMm3 día (aunque sin especificar procedencias). Acotó que las reservas estarán en el orden de los 17 trillones de pies cúbicos (TCF).
Según Raúl Velásquez, especialista en hidrocarburos de la Fundación Jubileo, el campo San Alberto ya ingresó en fase de declinación porque de los 10 MMm3 día que producía actualmente llega a 6. “Incahuasi llegaría a compensar San Alberto”, explica. “Nos parece preocupante que a raíz de esas plantas de industrialización, que además pagan un precio de regalía a mitad del de exportación, no haya suficiente gas o que eso implique sacrificar gas que se envía al mercado interno”, comenta.
Desde 2015, YPFB dejó de publicar los reportes mensuales de producción de gas en el país, lo que antes hacía con mucha regularidad cada tres meses. “Entonces, desde el año pasado no se conocen volúmenes de producción a partir de reportes de YPFB”, explica Velásquez. Además, desde hace tres años YPFB no certifica las reservas de gas, lo que por ley debería realizarse en marzo de cada año.
Según el presidente de YPFB, Guillermo Achá, el país contará con la nueva certificación en el primer semestre de 2017, informe en el que se incluirán los campos recientemente descubiertos o confirmados. Hasta 2013, las reservas probadas alcanzan a 10,45 TCF.
OBSERVAN LA NORMATIVA LEGAL HIDROCARBURÍFERA DEL PAÍS
Ven falta de seguridad legal para atraer inversiones
Los especialistas del área de hidrocarburos coinciden en que existe una falta de seguridad legal para atraer inversiones extranjeras para la exploración hidrocarburífera en el país.
Según el especialista en hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, Bolivia debería contar con una nueva Ley de Hidrocarburos. “Llevamos ya siete años de una nueva Constitución, pero la Ley de Hidrocarburos es del año 2005”, explica.
Añade que desde 2009, el Gobierno se vio en la necesidad de “normar” la Ley de Hidrocarburos con una serie de decretos supremos y resoluciones ministeriales que no ofrecen la suficiente seguridad jurídica para los inversionistas.
Por su parte, el especialista en hidrocarburos Hugo del Granado indica que en la medida en que no hay nuevos descubrimientos no existe la posibilidad de poner nuevos campos en operación. “Estamos en una situación muy complicada que se anuncia desde el año pasado”, sentencia.
Del Granado sostiene, además, que el Gobierno confió en las transnacionales Repsol y Total el trabajo de exploración, pero no se les da recursos ni bonos prospectos a las subsidiarias de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). “Todo está confiado a Repsol y Margarita. Si algo pasa a Margarita, estamos listos. Ni siquiera podríamos atender el mercado”, alerta.
Según Velásquez, Bolivia debió trabajar en exploración a partir de las proyecciones del crecimiento del mercado interno y los contratos establecidos con Argentina y Brasil. “La exploración ha venido siendo retrasada y no ha tenido el ritmo necesario. En la actualidad nos vemos frente a este tipo de problemas”, dice Velásquez a tiempo de lamentar la reciente multa emitida por Enarsa.
Por su parte, el especialista Álvaro Ríos sostiene que existe la necesidad de acelerar la exploración. Añade que después de que culmine el contrato con Brasil existe un panorama incierto sobre la oferta de gas para Bolivia.
El Ministro de Hidrocarburos y Energía señaló que en los últimos 10 años se realizó un inversión de aproximadamente 7.000 millones de dólares en exploración y explotación de hidrocarburos.
Fuente: periódico "Los Tiempos"
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