¿Se trata de una batalla entre David y Goliat? (producción local frente a importación de alimentos). Por lo menos las cifras de las importaciones dan cuenta de que el valor de las compras del exterior de artículos que se pueden producir en Bolivia aumentó, lo que va en detrimento de los productores nacionales.
La producción de papa y de maíz está entre los sectores más golpeados por la tendencia importadora, según productores y especialistas.
Una alerta en ese sentido la dio la Fundación Alternativas, que publicó un documento en el que se analiza la cuestión de la producción local versus la compra del exterior de alimentos.
La directora de esta entidad, María Teresa Nogales, informó que hay datos que dan cuenta de que Bolivia ha importado el 48% de la papa producida en Perú en 2016. "Probablemente para el consumidor, que no tiene acceso a esta información no le genere un impacto en su alimentación, pero al productor de papa en Bolivia le afecta enormemente. Hay un fuerte incremento en la importación de alimentos frescos y al margen de los datos estadísticos y oficiales, proporcionados por el INE y el IBCE, esto no contempla lo que ingresa por contrabando”, explica.
Reynaldo Díaz, presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), sostiene que "el maíz es, ahorita, el principal producto golpeado por la importación”. El ejecutivo agrega que "hay suficiente trigo local para abastecer el mercado”.
"Hasta el 30 de diciembre está autorizada la importación y eso perjudica. Está entrando de Argentina, de Estados Unidos, el que es maíz genéticamente modificado, que compite con la producción local, que es convencional”, asegura Reynaldo Díaz.
De soberanía alimentaria
El documento indicado establece que el aumento de importaciones conduce a una mayor dependencia del mercado internacional y a una mayor vulnerabilidad ante la volatilidad de los precios internacionales de los alimentos; aquello, a su vez, incide en la Soberanía Alimentaria de Bolivia.
Tomás Fernández, director del CIOEC Bolivia (Comité Integrador de Organizaciones Económicas Campesinas) explica cuáles son algunos de los factores que llevan al país a importar productos, descartando que en el país no se produzca lo suficiente: "No es que estamos dejando de producir, sino que las condiciones climatológicas han afectado la producción, por lo cual se han perdido cultivos, se han perdido en otros casos productos listos para salir al mercado, y eso ha ocasionado que esta demanda que hay sea excesiva”, dice.
"Países como Argentina o Chile, que producen frutas, verduras, tubérculos, inundan nuestros mercados, y por los precios de esta sobredemanda que hay allá estos precios llegan prácticamente muy bajos al costo de producción de lo que a un pequeño productor le cuesta producir una arroba de papa”, agrega.
Otra visión sobre el tema la tiene Julio Prudencio, economista y especialista en Seguridad Alimentaria, quien lamenta que algunos productos tradicionales de la región, como la papa, sean importados. "Según las estadísticas oficiales, estamos importando papa y tomate. ¿Cómo es posible que en este país estemos importando tomates, frutas y sobre todo papa? Si en la zona andina nació este cultivo. Lamentablemente, ahora que las personas tienen un poco más de dinero su aspiración es, por ejemplo, consumir productos extranjeros, no muy ricos en nutrientes, y no valorizar lo que tenemos”.
La harina, un tema pendiente
Una de las debilidades en la producción local es la fabricación de harina de trigo. Para Gary Rodríguez, gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), este producto es "el gran capítulo pendiente” en el país. Según los datos del IBCE, elaborados sobre la base de información del INE, la inversión en compra de harina de trigo anualmente significa más de 70 millones de dólares.
Nelly Salgueiro, exdirigente de la Federación Única Departamental de Mercados de La Paz, vendedora de mercado y activista en la Red de Mujeres Trabajadoras Sindicalistas, indica que el precio de la harina de afuera es menor en relación con la nacional.
"El año pasado hubo harina peruana, pero la harina argentina es una constante, porque la harina nacional es mucho más cara, y no abastece el mercado”. Díaz, presidente de Anapo, afirma que hay una competencia desleal en este caso, pues ingresa "mucha harina con póliza de mínima cuantía”.
Una propuesta
La Fundación Alternativas y el Comité Municipal de Seguridad Alimentaria de La Paz (CMSA-LPZ) tienen una propuesta metropolitana: Centros de Acopio. Para el coordinador de ese comité, Javier Thellaeche, esta sugerencia no busca implementar una estrategia en contra de la importación o el contrabando. "La propuesta se enfoca en fortalecer los sistemas de comercialización de productos locales y frescos, y así depender en menor medida de las importaciones. Se trata de que estos espacios hagan posible la interacción entre productores, comerciantes y consumidores en un contexto en donde existan garantías e información para los actores involucrados”, afirma el especialista. .
¿Cómo alimentar a las ciudades crecientes?
"Bolivia es un gran ejemplo de la transición demográfica que atraviesa el mundo cuya tendencia es la migración de las áreas rurales a las urbanas, en especial a las áreas metropolitanas”, indica ¿Cómo alimentar a las ciudades crecientes?, un documento que difundió la Fundación Alternativas.
En la actualidad, un 70% de la población del país ya vive en las ciudades. El texto referido indica que si la mayoría de las personas está en las ciudades, la demanda de alimento de éstas se incrementa. No obstante, se lanza la siguiente pregunta "si no queda actividad productiva en las áreas rurales ¿quién abastecerá la creciente necesidad de alimentos?”.
Una de las soluciones que se plantea en ese documento es "enfocar los esfuerzos en los diferentes niveles del Estado para generar condiciones de mayor productividad alimentaria en los municipios del área metropolitana”.
El texto indica que el fin mayor es lograr el autoabastecimiento para garantizar la Seguridad Alimentaria a través de alianzas estratégicas entre regiones.
"Al menos cuatro municipios en el departamento de La Paz (Laja, Viacha, Palca y Mecapaca) tienen vocaciones agropecuarias y deben ser consolidadas en este impulso de urbanización con políticas especiales de respaldo y condiciones adecuadas para que no disminuyan su producción”, afirma Fabián Yaksic, director del Servicio Departamental de Fortalecimiento Municipal y Comunitario de la Gobernación de La Paz.
El documento de la Fundación Alternativas establece que a medida que la población del país crece y se urbaniza, se incrementa la riqueza individual, la demanda de alimentos y por una canasta alimenticia más diversificada. "Las tendencias en los últimos 10 años indican que Bolivia mira, cada vez más, fuera de sus fronteras para satisfacer estas demandas”, se lee en el texto.
Conozca los 10 principales alimentos que el país importa
Página Siete / La Paz
En el último año, Bolivia compró del exterior 501 productos alimenticios, por un valor de 549 millones de dólares, según datos del Instituto Nacional de Estadística, procesados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior.
El principal artículo que Bolivia importó fue la harina de trigo. En 2015, el país compró esta mercancía por un valor que supera los 75 millones de dólares. En 2014, el valor de las importaciones de ese mismo producto superó los 71 millones de dólares.
El segundo artículo que más importó Bolivia fue "Preparaciones compuestas” para elaboración de bebidas. El año pasado, el país compró más de 56 millones de dólares. Mientras que en 2014, el valor de las compras de este artículo superó los 58 millones de dólares.
El tercer producto que Bolivia más adquirió del exterior es la malta de cebada u otros cereales sin tostar. En 2015, se importó ese producto por un valor de más de 25 millones de dólares. En 2014, las compras de ese artículo superaron los 29 millones de dólares.
El cuarto producto es arroz semiblanqueado o blanqueado. El año pasado se importó el producto por un valor de 17 millones de dólares. En 2014 se compró el artículo por un valor de más de 40 millones de dólares.
El quinto artículo de la lista son las "mezclas y pastas” para la preparación de productos de panadería, pastelería o galletería. En 2015 se compró por un valor de 14 millones de dólares. En 2014 se importó por un valor de más de 34 millones de dólares.
El sexto producto son bombones, caramelos, confites y pastillas. El año pasado se compraron del exterior esos artículos por más de 14 millones de dólares. En 2014, se importaron por más de 15 millones de dólares.
El séptimo producto son las manzanas. En 2015 se importaron por un valor de más de 13 millones de dólares. En 2014 se compró ese artículo por un valor de más de 12 millones de dólares.
Luego están los productos de preparaciones alimenticias, galletas dulces y chocolates. Sobre este último artículo se importó un valor de más de 12 millones de dólares. En 2014 se importó por más de 11 millones.
Los otros productos que se adquirieron del exterior son: leche maternizada, condimentos y sazonadores, pescados, concentrados de proteínas, esencias y concentrados de café, y leche evaporada, entre otros.
Fuente: periódico "Página Siete"
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