"En el caso de Misicuni además de ser un proyecto energético, los próximo meses dotará de agua a Cochabamba. Rositas a largo plazo será un proveedor de agua para Santa Cruz. Lo propio con El Bala que será una fuente de almacenamiento de agua para la región", agregó Sánchez.
Explicó que al momento 1.600 millones personas en el mundo enfrentan escasez de agua de acuerdo al informe de Naciones Unidas sobre los recursos hídricos del 2015 en la que se señala que el cambio climático es responsable de aproximadamente el 20% del aumento mundial de la escasez del agua, mientras que el 80% restante se debe al crecimiento de la población y al desarrollo económico, "una propicia combinación entre infraestructuras naturales y artificiales y la adopción de una gestión basada en el ecosistema es clave para garantizar la sostenibilidad del agua a largo plazo", acotó.
Asimismo, añadió que si bien el acceso al suministro de agua potable es crucial para la vida del ser humano, por eso es un servicio básico, debe ir de la mano de un manejo sostenible y sustentable "el agua para usos productivos como la agricultura y las empresas familiares es vital para crear oportunidades de subsistencia, generar ingresos y contribuir a la productividad económica. Invertir en una mejor gestión del agua y de los servicios hídricos puede ayudar a reducir la pobreza y sustentar el crecimiento económico".
Según el ministro, "las actuaciones hídricas orientadas a aliviar la pobreza pueden marcar una diferencia. El agua es un recurso esencial en la producción de la mayoría de bienes y servicios, incluidos los alimentos, la energía y las manufacturas. El suministro de agua en cantidad y calidad tiene que ser fiable y predecible, para apoyar las inversiones sostenibles".
En los últimos días algunos departamentos de Bolivia afrontan el desabastecimiento de agua como una de las consecuencias del calentamiento global, situación que debe ser afrontada de forma integral. "Los recursos hídricos están vinculados a los recursos energéticos y viceversa. El bombeo, potabilización y tratamiento de agua requieren energía y, asimismo, el agua es necesaria para la producción, transformación y consumo de la energía. Por ejemplo, el agua es fundamental en la generación eléctrica, tanto en su uso directo en las plantas hidroeléctricas, como en las termoeléctricas para el enfriamiento y los procesos de control de emisiones".
De acuerdo a la autoridad, Las represas permiten almacenar agua con el fin de abastecer el consumo doméstico para la irrigación, controlar inundaciones y generar energía eléctrica. En muchos países la energía hidroeléctrica ha sido la base de importantes desarrollos nacionales y regionales con importantes beneficios, sobre todo, para las poblaciones económicamente más deprimidas.
Fuente: periódico "Jornada"
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