La mesa indígena de áreas protegidas de la CIDOB conjuntamente con la Subcentral de pueblos indígenas del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) denuncian frente a la sociedad civil boliviana y internacional los atropellos que sufren sus pueblos. En una conferencia de prensa en La Paz el miércoles 26 de abril han declarado “esparar ahora del presidente del Estado plurinacional que ponga fin a la vulneración de los derechos de los pueblos indigenas y de la Madre Tierra.”
Carretera amazonica rechazada
Primero y sobre todo, las organizaciones rechazan rotundamente el proyecto de carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, que cruce el TIPNIS en el departamento del Beni. Serian 360 kilómetros asfaltados, una gran parte pasando por una de las selvas amazonicas mas puras y ricas en biodiversidad del continente, las del Parque Isiboro Sécure.
El TIPNIS es a la vez un área protegido y un TCO, con titulo ejecutorial del 2009, entregado por el propio presidente Evo Morales. La apertura de una carretera involucra un impacto ambiental fuerte y implica la destrucción del territorio indígena: 64 comunidades de los pueblos indígenas Yuracaré, Mojeño y Chiman viven allá. Es además un atentado a la humanidad en su conjunto porque este proyecto no contribuye a la reducción del calentamiento global ni a la preservación de especies y de la biodiversidad, directamente amenazada.
“Hemos vivido en este territorio desde antes la creación del país. Para nosotros es el único área de vida, y garantiza la sobrevivencia de nuestros pueblos. Este proyecto de carretera entonces significa la destrucción total, la eliminación de nuestro territorio. Si empiezan a desforestar y a saquear nuestros recursos naturales, será el principio de una gran pobreza para nosotros. Será un éxodo, empezaremos a ser mendigos alrededor de las grandes ciudades”, relata Adolfo Moye, presidente de la subcentral del TIPNIS.
La posición de las organizaciones indígenas es entonces un rechazo definitivo de esa carretera, no hay espacio para negociar: “Ese tiempo ya pasó. Hemos buscado el dialogo, nunca fuimos involucrados y tampoco escuchados. Entonces ahora no hay nada que hablar con ABC (Administradora Boliviana de Carreteras), persigue Adolfo Moye. Además, fuimos insultados por el ministro de obras públicas, que nos consideró como pueblos reducidos, pequeños grupos de personas.”
Intereses internacionales
Ahora, las organizaciones esperan una audiencia directamente con el presidente. “Estamos en alerta, en estado de emergencia. Vamos a marchar hasta La Paz para defender nuestros derechos si no nos escuchan”, apunta Adolfo Moye.
Si los pueblos indígenas rechazan este proyecto de carretera, porque el gobierno sigue promoviéndolo? “Hay otros intereses, contesta Adolfo Moye. La transnacional brasilera OAS obtuvo el contrato para realizar el tramo de 360 kilómetros. Entonces ganará 400 millones de dólares y presiona al gobierno boliviano. Pero hay otras empresas y otros países involucrados. Bajo el pretexto de desarrollo, quieren explorar y explotar los recursos naturales, sobre todo los hidrocarburos, que están bajo el suelo del parque.” Se sabe también que el negocio de madera presiona desde los años 60 para realizar este camino.
Invasión de los cocaleros
La CIDOB y los pueblos indígenas del TIPNIS salen también en defensa de la integridad territorial del TIPNIS y denuncian el avasallamiento, la intimidación y la agresión permanente de ejercen los colonos sobre los comunitarios.
Piden entonces la erradicación de las plantaciones ilegales de coca en los parques nacionales. “Queremos defendernos contra la producción de la hoja en el parque. Nosotros no compartimos esta visión de producir. Vivimos de la riqueza de la naturaleza, de la carne fresca del pescado, de los animales. La carretera será entonces un desastre también acerca de la llegada de cada vez mas colonizadores”, explica Isidro Yujo, presidente de la CPEM-B (la Central de pueblos étnicos mojeños del Beni).
Según las organizaciones, 300 nuevos colonos han entrado por el parque desde fines de abril para dedicarse al cultivo de la coca: “Vienen de la zona cocalera del Chaparé, y quieren tomar posesión de la tierra dentro de un área protegida, es una proliferación ilegal, eso no lo puede permitir el gobierno”.
No a la exploración petrolera
Las organizaciones, CPILAP y CIDOB, denuncian también la depredación del Parque nacional y área natural del manejo integrado Serrania del Aguarague, en el Chaco, por la exploración hidrocarburífera. “Hemos pedido que se paralice la actual exploración y explotación de hidrocarburos para proteger la biodiversidad y el agua, y que se tome en consideración el derecho a la consulta previa de los pueblos afectados. Nadie nos ha escuchado, lamenta Jorge Mendoza, responsable de los recursos naturales en el consejo de capitanes guaranís de Tarija. Ahora queremos debatir de eso con el presidente. Le damos un nuevo plaza hasta el día lunes, si no volveremos a tomar las medidas de bloqueos de caminos, no hay otra manera de hacer escuchar nuestra voz.”
No en contra del desarrollo
“Los Bolivianos tienen que entender que no nos estamos oponiendo al desarrollo del país, pero que la existencia de esa carretera en el Parque Isiboro Sécure y que las exploraciones hidrocarburíferas en el Parque Aguarague van a significar un daño irreparable a nuestra Casa Grande”, adjunta Adolfo Moye.
Los pueblos indígenas manifiestan de esta manera una postura a favor de la Madre Tierra y del “vivir bien”, pidiendo que se respecte la biodiversidad, y que se preverse la cultura, la lengua, los usos y costumbres de los pueblos indígenas Yuracaré, Mojeño y Chiman.
“El Estado quiere llevarnos el desarrollo? Entonces lo primero que necesitamos es un desarrollo de la salud y de la educación, para enfrentar la pobreza de nuestros pueblos. Necesitamos un desarrollo desde las comunidades, según nuestras necesidades!”, concluye Adolfo Moye.
Bernard Perrin - periódista E-Changer-Suiza
Fuente: Observatorio Boliviano de los Recursos Naturales
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