El Órgano Ejecutivo tomó la decisión de nacionalizar las plantas generadoras de electricidad porque las empresas incumplían compromisos, no invertían y el país no tenía seguridad energética, afirmó ayer el ministro de Hidrocarburos y Energía, Fernando Vincenti.
Un día después de la nacionalización de gran parte de las generadoras eléctricas del país, el responsable de la política energética del Estado dio a conocer las razones por las que las autoridades decidieron tomar el control de la industria eléctrica del país.
Ayer, después de 15 años, el Estado recuperó el control de la industria eléctrica en el país. La propiedad de las generadoras de electricidad Corani, Valle Hermoso y Guaracahi, y de la distribuidora de luz en Cochabamba pasó ayer a manos del Estado a través de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE).
BALANCE
“Lamentablemente, en estos 15 años hemos pasado este periodo negro de vigencia del descuartizamiento del Estado, de la liquidación de las empresa productivas estatales”, dijo.
Con este proceso se frenó el crecimiento de generación. “Nuestro país crece, la población crece y sin embargo esto no ha sido acompañado con mayor oferta de energía eléctrica para que estas actividades puedan tener éxito”, agregó.
Se han hecho planes y compromisos con las empresas del sector eléctrico para generar mayor potencia, pero lamentablemente no se ha cumplido, situación que, según Vincenti, atentaba contra la seguridad energética del país.
El Gobierno necesita asegurar el abastecimiento de la demanda interna y también se requiere desarrollar otros proyectos de generación.
NEGOCIACIÓN
Según el Decreto 0493, el Gobierno se dio un plazo de 120 días, a partir de la fecha, para definir el monto que pagará por las acciones de las empresas eléctricas que ayer pasaron a control del Estado.
Al respecto, Vincenti señaló que el Gobierno esperará conocer la decisión de los anteriores propietarios. “Vamos a buscar un acercamiento con la otra parte y recién vamos a tomar definiciones, a medida que el proceso lo requiera”, agregó. Entre tanto, prefirió no hablar de arbitrajes.
EFECTO INMEDIATO
En el caso de la empresa Elfec, el ministro explicó que el efecto inmediato de esta nacionalización será la disminución del 20 por ciento de la tarifa al 80 por ciento de los usuarios, que son los consumidores residenciales o domiciliarios.
Se nacionalizó la planta de antimonio
El Órgano Ejecutivo nacionalizó la planta fundidora de antimonio de Vinto, operada hasta ayer por la empresa suiza Glencore, debido a que esta compañía no realizó las inversiones necesarias para impulsar el desarrollo del proyecto.
El ministro de la Presidencia, Óscar Coca, hizo el anuncio ayer en conferencia de prensa, en la que dio a conocer el decreto que dispone la reversión de la fundición a propiedad del Estado boliviano, a través de la Empresa Metalúrgica de Vinto.
“Debido a que en los últimos años se ha evidenciado la inactividad productiva de la planta Vinto Antimonio y que prácticamente ha estado en proceso de desmantelamiento, además de haberse establecido que no hubo inversiones, se revierte al dominio del Estado Plurinacional”, dijo la autoridad
Para el Gobierno, la actitud de Sinchi Wayra atentaba contra la política minera y metalúrgica del Estado porque el interés del país es incrementar el valor de las materias primas a través de la recuperación de minerales y su industrialización.
La planta vuelve a dominio del Estado “para garantizar que el proceso de industrialización avance y no se estanque”, agregó.
Tras la nacionalización, Coca señaló que resta concluir algunos trámites administrativos para que la Empresa Metalúrgica de Vinto asuma la administración de la fundidora de antimonio.
Según datos del Ministerio de Minería, la planta Vinto-Antimonio pertenece desde 2001 a la empresa local Colquiri, de propiedad de Sinchi Wayra (subsidiaria de la suiza Glencore). Esta compañía tiene cinco minas polimetálicas, ubicadas en Oruro y Potosí.
Uribe critica nacionalización
El presidente de la República de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, cuestionó los procesos de nacionalización de las empresas iniciados por los gobiernos de Evo Morales y Hugo Chávez, según el periódico El Espectador, de Bogotá.
La propiedad de las generadoras de electricidad Corani, Valle Hermoso y Guaracachi, y de la distribuidora de luz en Cochabamba pasó ayer a manos de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) mediante decretos firmados por el presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma.
Para el Jefe del Estado colombiano, actuaciones de esa naturaleza ponen en entredicho el desarrollo de las iniciativas de investigación y contagian de “pereza” a los pueblos, señala el mencionado periódico en su portal en Internet.
“Me temo que en aquellas economías latinoamericanas que vienen anulando la inversión les esperan derrotas sociales enormes. El mundo ha demostrado que cuando se anula la iniciativa privada, se anula la investigación, se ‘aperezan’ los pueblos, se destruye la gerencia, se elimina la creatividad y la laboriosidad”, sostuvo el mandatario colombiano.
“Lo más importante, insistió Uribe, es promover la inversión privada, pero de carácter social y precisó que fueron errores como éste los que dieron al traste con proyectos como el de la Unión Soviética”, agregó.
CEPB teme por la inversión
La decisión del presidente boliviano Evo Morales de nacionalizar empresas de electricidad, entre ellas subsidiarias de firmas de Francia y Gran Bretaña, ahuyentará las inversiones extranjeras, según empresarios privados; mientras el Gobierno afirma que la medida beneficiará a los pobres.
El gobernante nacionalizó el sábado las empresas Corani, controlada por Inversiones Ecoenergy Bolivia SA (subsidiaria de la francesa GDF Suez) y Guaracachi, en manos de la británica Rurelec PLC, y estatizó además Valle Hermoso, gestionado por el consorcio boliviano Bolivian Generating Group.
Morales también tomó la decisión de estatizar la Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica de Cochabamba (Elfec), en el centro del país, propiedad del sindicato de trabajadores, aunque abrió un plazo de 120 días para informarse de la composición accionaria y negociar con los empleados.
El Poder Ejecutivo explicó este domingo que tras el control de las tres compañías privadas (Guaracachi, Valle Hermoso y Corani), el Estado tendrá tuición sobre el 80% de la generación de electricidad, que bordea los 1.000 megawatts.
La medida, sin embargo, alarmó a la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), la principal patronal, por los efectos negativos que tendrá para el país, necesitado de inversión privada externa que según datos oficiales fue en 2009 de 686,6 millones de dólares, un 47% menor que en 2008. (AFP)
Entre Ríos aporta al SIN
La termoeléctrica de Entre Ríos inyectará desde mayo el 100% de su potencial al Sistema Interconectado Nacional (SIN), lo que incrementará en 10% la generación de energía eléctrica en Bolivia, informó el ministro de Hidrocarburos y Energía, Fernando Vincenti.
En menos de dos años se construyó la planta de Entre Ríos, en Cochabamba, y en la actualidad, según la autoridad, ya está inyectando el 50% de su potencial al Sistema Interconectado Nacional (SIN) y se espera que hasta fin de este mes contribuya el otro 50%. La demanda de energía eléctrica boliviana bordea los 1.000 megawatts (Mw) al año.
Con el aporte de Entre Ríos y el regreso de las empresas generadoras de electricidad a dominio del Estado, se dará un “gran salto industrial”.
El presidente Evo Morales decretó, en la víspera, la nacionalización de las generadoras de Valle Hermoso y Corani (Cochabamba), y Guaracachi (Santa Cruz), además de la distribuidora de electricidad de la ciudad de Cochabamba, cuyas acciones pertenecían a consorcios europeos y estadounidenses.
La generación de energía eléctrica en Bolivia fue cedida al sector privado entre 1993 y 1997, cuando se privatizó la mayor parte de las empresas del Estado, inclusive las estratégicas.
En la actualidad, la planta termoeléctrica de Entre Ríos cuenta con cuatro turbogeneradores eléctricos, que aportarán al SIN.
Fuente: periodico "Cambio" La Paz-Bolivia - 03/05/2010
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