La accesión 1777 y las variedades Horizontes, Blanquita y Negra, del Banco Nacional de Granos Altoandinos que administra el INIAF fueron identificadas por productores campesinos del Valle Alto de Cochabamba como aptas para este piso ecológico y con un óptimo rendimiento.
En la Estación Experimental de Toralapa se desarrolló una jornada de evaluación de 10 accesiones de quinua por parte de productores de las comunidades de Cebada Jichana, Totora Qhocha, Cañacota, Morochata, Vacas y Tiraque, así como representantes de la Mancomunidad de la Región Andina y técnicos de municipios de los valles de Cochabamba.
Carolina Alanoca, profesional en conservación de granos altoandinos del Banco de Germoplasma de Toralapa, informó que allí se conservan 3.104 accesiones de quinua de diferentes regiones del país, principalmente de la zona andina (La Paz, Oruro, Potosí) y del valle (Tarija y Sucre); así como de Perú, Chile, Argentina y Ecuador. Para esta evaluación se escogió 10 que provienen del altiplano y valles de Bolivia para ser calificadas por sus características de altura, calidad de la panoja, tamaño, color y sabor del grano.
Una vez seleccionadas las variedades se podrá hacer una solicitud de la semilla al INIAF por parte de grupos de agricultores que se hagan responsables del manejo, en pequeñas cantidades y según la disponibilidad, acotó Alanoca.
Respecto al objetivo del evento, el Responsable de la Estación Experimental de Toralapa, Ing. Víctor García, puntualizó que se busca reflejar cuál es el aporte de los bancos de germoplasma a la sociedad en general, ya que “nos va a dar luces para hacer mejoramiento genético e investigación que podría aportar a la seguridad y soberanía alimentaria”.
La Estación se extiende por 170 hectáreas y cuenta con cabañas para técnicos, oficinas, laboratorios de biotecnología, de semillas, cámaras de conservación e invernaderos. Con aproximadamente 16 mil accesiones de varios rubros cuyo fin es hacer el resguardo del recurso genético.
Allí encontramos a Yuri Magne, técnico de la Alcaldía de Morochata, quien precisó: “De la Blanquita el grano es muy grande y estaría bien para consumo”.
“Me parece buena la opción 8 porque su tallo es grueso, su grano es grande y blanquito, comercial para el mercado; también la opción 2 porque el follaje es grande así como el grano”, indicó Ruperto Espinoza, de la comunidad Lope Mendoza de la provincia Carrasco.
“La negrita no agarra el frío, es resistente y el pájaro no se la come; también es buena para la venta porque cuesta más caro en el mercado”, sostuvo Crecencia Durán Montaño, agricultora de Toralapa.
La metodología de calificación consistió en organizar grupos de 10 personas, a quienes se les dio una ficha de color que debían depositar en unas cajas pequeñas de color blanco, con una ranura en la parte superior (a manera de ánfora de votación). Cada accesión tenía tres cajas para recibir la votación, equivalente a bueno, regular, malo. Al final se hizo un recuento de votos cuyos resultados fueron consignados en papelografos, lo que reflejó la valoración que hicieron los productores.
Fuente: periódico "Cambio"
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