“Hay que evaluar que los recursos que van a ser encontrados favorezcan al pueblo boliviano. Entonces todos esos temas se van a debatir. Por ejemplo, hay áreas protegidas en territorios campesinos, en territorios de la Cidob (Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia). Por eso, a nivel del Pacto de Unidad, hay que empezar a analizar este tema”, indicó el dirigente.
El 20 de mayo de este año, el Gobierno aprobó el Decreto Supremo 2366 que autoriza el desarrollo de actividades hidrocarburíferas en áreas protegidas bajo el cumplimiento de seis medidas ambientales y que además se destine el 1% del monto de la inversión en el área para fortalecer la zona intervenida. En el artículo 2 de la mencionada disposición legal se señala que en el marco del decreto se debe prever medidas ambientales adecuadas, con mayor atención en zonas de alta sensibilidad ecológica, para precautelar la conservación de los sistemas de vida de la Madre Tierra.
PARQUES. Datos del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) dan cuenta que en el país hay 22 áreas de este tipo entre parques, reservas nacionales y reservas naturales como el Sajama, Tunari, Isiboro Sécure, Noel Kempff Mercado, Torotoro, Carrasco, Eduardo Abaroa, Manuripi, Tariquia, Cordillera de Sama, Apolobamba, Estación Biológica del Beni, Pilón Lajas, El Palmar, San Matías, Amboró, Cotapata, Madidi, Kaa Iya del Gran Chaco, Otuquis, Serranía del Aguaragüe y Serranía del Iñao.
El jilir apu mallku del Consejo Nacional de Markas y Ayllus del Qullasuyu (Conamaq), Hilarión Mamani Navarro, dijo a este medio que la exploración de hidrocarburos en área protegidas debe realizarse respetando los lugares sagrados. “Hemos evaluado el pueblo indígena originario en un consejo. Nosotros hemos dicho que no podemos cerrarnos en la exploración, tiene que darse pero respetando nuestros lugares sagrados”.
Fuente:periódico "La Razón"
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