La invasión de la plaga de langostas en el municipio de Cabezas y en otras comunas en el departamento de Santa Cruz provoca la desesperación en los productores y sus familias.
Varios testimonios dieron cuenta de la grave situación que enfrentan, mientras el Gobierno, privados y expertos argentinos, en coordinación con más de 100 especialistas del país, se aprestan a desarrollar un plan integrado de contención del problema.
EXPERIENCIA
El presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Reinaldo Díaz, señaló que el personal y técnicos del país tienen amplia experiencia en el tratamiento de plagas. Sin embargo, destacó que es necesario contar con el criterio de expertos argentinos para delinear acciones en relación a las medidas que también deben asumir los países vecinos, en especial en el caso de las langostas.
LARGO PLAZO
Según declaraciones de María Cecilia Catenaccio, del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) de Argentina, será necesario un plan de largo plazo. La experta arribó a Santa Cruz hace un par de días, junto a otros tres técnicos de la entidad del vecino país, para cooperar a Bolivia en el combate a la plaga de langostas que se está extiendo por el área rural y que estaría llegando inclusive a Cochabamba.
TESTIMONIOS
Los testimonios coinciden a cada productor que se le consulta, emite su forma de sentir y sufrir lo que ellos consideran uno de los problemas más grandes que se hayan presentado en el municipio de Cabezas, a 120 km al sur de la ciudad de Santa Cruz. “Es superior a la inundación y a la sequía, porque con la inundación uno sabe que eso pasará cuando las lluvias se marchen y que la sequía se irá cuando empiece a llover”, dijo Raquel Orozco, que vive en Piraicito, hasta donde se llega por un camino de tierra, angosto y que trepa por pequeñas colinas, con casas modestas que están distantes unas de otras y con sembradíos heridos por las langostas, cuyas hojas están hechas jirones, mordidas hasta dejarlas en tallos.
DESTRUCCIÓN
“Una planta, cuando pierde sus hojas, no puede ya dar frutos o disminuye su producción. Es como cuando una persona que pierde una mano, ya no trabaja igual”, dijo Plácido Condori, que es ingeniero agrónomo y que trabaja para el Servicio Nacional de Seguridad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), que está a un costado de la carretera asfaltada que une Santa Cruz con Cabezas, a 10 km antes de llegar a Basilio.
QUÍMICOS
Condori bate un turril con químicos para matar a las langostas, que martirizan la vida de al menos 3.500 productores. El agrónomo mira el cielo, porque llegarán las dos avionetas que aterrizarán en la carretera, cargarán el veneno y decolarán para fumigar las plantaciones de maíz, maní y sorgo, que son comida fresca para las langostas.
EXPERTOS
El embajador de Argentina, Normando Álvarez, dijo que se trata de “los mejores expertos” de Argentina, quienes prevén planificar la fumigación y control de la plaga, sobre la base de la experiencia de más de 10 años que tienen en su país.
Por su parte, el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Julio Roda, agradeció el apoyo del Gobierno de Argentina y dijo que “la experiencia de los técnicos en esta segunda misión será valiosa” para los productores de Bolivia.
PRIMERA EXPERIENCIA
“Gracias a la asistencia y consejos de una primera misión se ha logrado corregir errores y en un trabajo conjunto con los productores se ha logrado frenar el avance de la plaga, ahora estamos seguros que su aporte será muy valioso”, sostuvo.
Fuente: periódico "El Diario"
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