El cambio de dinámica exportadora está confirmada. De la venta entre países el mercado cambiará a un intercambio entre Gobierno y particulares a partir de 2019.
Así lo señaló el ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez, que la pasada semana se reunió con el ministro de Minas y Energía de Brasil, Fernando Coelho, en la que se negociaron diversos temas hidrocarburíferos de interés binacional en los que se ha estado trabajando durante los últimos años, “entre ellos las nominaciones de los próximos años de gas boliviano, así como la ampliación de la adenda al contrato a partir del 2019. También hablamos de que Bolivia sea socia de la petroquímica Tres Lagunas como abastecedor de gas y como accionista. Asimismo, se tocó el incremento de la producción en el campo Sábalo y la suscrición para la exploración en San Telmo y Astillero”.
Hasta ahora, también por cuestiones de afinidad política, Brasil y Argentina se habían limitado a contratar un gran volumen fijo de gas anual y cumplir escrupulosamente con los pedidos y posteriores desembolsos. Desde los cambios de Gobierno en Brasil y Argentina, las cosas han cambiado.
Con el gobierno de Michel Temer, Brasil ha reducido a la mitad sus nominaciones, es decir, de los 30,5 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) que tiene contratados (aunque solo 24 son obligatorios de tomar y pagar) apenas está comprando 15. Si bien existen por contrato fórmulas para regularizar posteriormente, para hacer el cálculo de forma global compensando picos máximos y mínimos, los expertos advierten que no volverá a solicitar los máximos por sus nuevas instalaciones hidroeléctricas y por su profunda crisis económica, que ha deteriorado su tejido industrial y por tanto, sus necesidades de energético.
Con el gobierno de Michel Temer, Brasil ha reducido a la mitad sus nominaciones, es decir, de los 30,5 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) que tiene contratados (aunque solo 24 son obligatorios de tomar y pagar) apenas está comprando 15. Si bien existen por contrato fórmulas para regularizar posteriormente, para hacer el cálculo de forma global compensando picos máximos y mínimos, los expertos advierten que no volverá a solicitar los máximos por sus nuevas instalaciones hidroeléctricas y por su profunda crisis económica, que ha deteriorado su tejido industrial y por tanto, sus necesidades de energético.
Argentina, por su parte, no ha manifestado intención de recortar el contrato que vence en 2027 y que debe llegar a los 27 millones de metros cúbicos diarios. Actualmente solicita unos 20 millones de metros cúbicos. Desde la asunción de Mauricio Macri no han faltado encontronazos, pues Bolivia tuvo que recordar facturas pendientes en 2015 y en 2016 Argentina cobró la primera multa por incumplimiento de suministro derivado de unos problemas en el megacampo de Margarita.
El futuro
En la negociación con Brasil, que ya se acerca a su punto culminante, puesto que el actual contrato vence en 2019, se han introducido nuevas y viejas variantes, como la posibilidad de asociarse a la empresa petroquímica de Tres Lagunas, al otro lado de la frontera, como proveedora de gas y accionista. El asunto no es menor; el plan de industrialización de YPFB contempla dos plantas de este tipo. La primera es planta petroquímica de polipropileno en Yacuiba, cuyo mercado principal es Brasil, y cuyo periodo de licitación acabó hace cinco meses sin que se tengan respuestas. La segunda es la planta de etileno y polietileno que en campaña de 2014 se prometió ubicar en Puerto Suárez, Santa Cruz, pero de la que nunca más se volvió a hablar. El presidente de YPFB Guillermo Achá considera estas iniciativas complementarias a la sociedad en Tres Lagunas, para otros es tirar la toalla en el objetivo principal de la agenda del MAS.
En la negociación con Brasil, que ya se acerca a su punto culminante, puesto que el actual contrato vence en 2019, se han introducido nuevas y viejas variantes, como la posibilidad de asociarse a la empresa petroquímica de Tres Lagunas, al otro lado de la frontera, como proveedora de gas y accionista. El asunto no es menor; el plan de industrialización de YPFB contempla dos plantas de este tipo. La primera es planta petroquímica de polipropileno en Yacuiba, cuyo mercado principal es Brasil, y cuyo periodo de licitación acabó hace cinco meses sin que se tengan respuestas. La segunda es la planta de etileno y polietileno que en campaña de 2014 se prometió ubicar en Puerto Suárez, Santa Cruz, pero de la que nunca más se volvió a hablar. El presidente de YPFB Guillermo Achá considera estas iniciativas complementarias a la sociedad en Tres Lagunas, para otros es tirar la toalla en el objetivo principal de la agenda del MAS.
Sánchez informó también de la posibilidad de vender gas directamente a las dos termoeléctricas privadas también al otro lado de la frontera, la de Cuiabá y la de Corumbá. Por otro lado, informó de una reunión con el gobernador del estado de Mato Grosso del Sur, Reinaldo Azambuja, y el Presidente de “MSGAS”, empresa privada distribuidora de gas del Estado de Mato Grosso del Sur, Rudel Trinidade, en la que se hizo conocer a la autoridad boliviana la intención de cuatro estados de Brasil: Santa Catalina, Mato Grosso, Mato Grosso del Sur y Paraná de ser abastecidos con gas boliviano.
El Ministerio y Yacimientos deberán definir de esta forma una plataforma que regule los precios y garantice la producción de gas en el país que permita honrar todos los contratos. En las últimas semanas se ha producido un bajón en la producción, aprovechando la menor solicitud de Brasil, rondando los 50 millones de metros cúbicos. En cualquier caso, la producción máxima histórica se sitúa en los 60 millones de metros cúbicos, muy cerca del límite de los contratos de exportación y el consumo interno, que ronda los 15 millones de metros cúbicos.
El Ministerio y Yacimientos deberán definir de esta forma una plataforma que regule los precios y garantice la producción de gas en el país que permita honrar todos los contratos. En las últimas semanas se ha producido un bajón en la producción, aprovechando la menor solicitud de Brasil, rondando los 50 millones de metros cúbicos. En cualquier caso, la producción máxima histórica se sitúa en los 60 millones de metros cúbicos, muy cerca del límite de los contratos de exportación y el consumo interno, que ronda los 15 millones de metros cúbicos.
Las plantas separadoras pendientes de utilidad
Las dos plantas separadoras de líquidos que funcionan en el país: la de Río Grande en Cochabamba y la del Gran Chaco en Yacuiba producen un exceso de GLP que hasta el momento se intenta colocar en el mercado interno y en Paraguay, pero que sigue siendo excesivo si funcionan a la máxima capacidad.
El ministro Sánchez informó que se negoció la comercialización y distribución de GLP y GNL bolivianos en Brasil. “Hay poblaciones cercanas a la frontera, entonces estamos viendo algún mecanismo o norma que permita la importación de GLP y GNL. Hay la posibilidad de que Bolivia provea de GNL a poblaciones alejadas de la red de ductos de Brasil con plantas de regasificación, así como lo hacemos en Bolivia”, dijo.
Fuente: periódico "El País-Tarija"
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