El proyecto hidroeléctrico de El Bala- El Chepete a pesar de ser proyectado en territorio paceño, tendrá efectos sobre el departamento del Beni, afirmó la senadora Jeanine Áñez (UD), quien advirtió que las instancias ejecutoras de la megaobra no transparentan el impacto ambiental que tendrá la megaobra.
“Todavía no se conoce el estudio de impacto ambiental, todavía no hay consulta previa (a los pueblos indígenas), pero el capricho del Gobierno está por encima y no tenemos mercado asegurado para la energía eléctrica de la hidroeléctrica”, señaló la asambleísta beniana.
La legisladora de oposición dijo que a pesar de las peticiones de informe enviadas a las instancias ejecutoras de la hidroeléctrica, hasta la fecha no se transparenta los impactos ambientales, que se teme sean desastrosos para una región altamente sensible como es la Amazonía.
Señaló que desde el Ejecutivo se limitan a decir que está en proceso de socialización el proyecto a las comunidades indígenas. “Seguramente les mienten porque en su mayoría rechazan el proyecto porque Rurrenabaque vive del turismo y esta megarepresa sin duda afectará a esta región que vive de esta actividad, eso sin contar con que el turismo ya se vio disminuido con el cuento de las visas que se exigen a los ciudadanos israelitas”, manifestó.
A esto se suman las declaraciones del investigador del Centro de Documentación de Información Bolivia (CEDIB), Gustavo Villegas, en sentido que el principal problema de Bolivia con la construcción de la hidroeléctrica de El Bala es su insostenibilidad económica constituye un aspecto más para debatir este proyecto impulsado por el Gobierno.
Según este especialista, en caso de que Bolivia venda la energía a Brasil, tendría que hacerlo a un precio más bajo del que este país paga y eso llevaría a un precio incompatible, con lo que nuestro país invertirá en generar la mencionada energía.
El Gobierno firmó en julio pasado el contrato del diseño técnico para impulsar la realización del proyecto hidroeléctrico de El Bala, que se prevé que generará 3.676 megavatios de energía, con lo cual -según las autoridades- se convertirá en el corazón energético de Sudamérica.
Fuente: periódico "El País-Tarija"
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