El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) calificó de positivo el hecho de que el Gobierno explore nuevas medidas, como la "readaptación" de la subvención al consumo del gas industrial en el mercado interno o el incremento en las tarifas de energía eléctrica, como parte de las reacciones para evitar que la economía se desfase por efectos de un contexto adverso de desaceleración.
El representante del BID en Bolivia, Alejandro Melandri, en entrevista con ANF destacó que la administración de Evo Morales se anticipe a un desfase de la economía como consecuencia de factores externos desfavorables y empiece a explorar algunas medidas que coadyuven en el ingreso de recursos.
“El Gobierno, me parece que positivamente está empezando a explorar acciones más allá de esperar meramente los ingresos por commodities y está trabajando en la readaptación de algunas variables económicas en las que controla los precios de hidrocarburos o de la energía eléctrica; es decir, cuánto puede quedar en materia de subvenciones y cuánto puede ser trasladada a la economía real”, manifestó.
Melandri dijo que los incrementos en las tarifas eléctricas o el retiro de subvenciones al consumo de gas generan discusiones absolutamente válidas al interior de la sociedad, así como debates técnicos.
“Pero rescataría en esto, que al producirse en un contexto externo que ya no es tan favorable como era de la década pasada, observamos en el Gobierno reacciones para tratar que la economía no se desfase totalmente de esas condiciones externas. Me parece muy interesante”, subrayó.
Según el Representante del BID, el Ejecutivo pretende que el crecimiento económico no se reduzca de las proyecciones realizadas o se desacelere, lo cual es una actitud muy positiva e interesante. “Me parece interesante ver al Gobierno empezar a analizar otros roles de las variables que controla para sincerar o reacomodar una de las variables macroeconómicas aún con pronósticos de crecimiento alto”, enfatizó.
“Hasta ahora estamos viendo que la economía de Bolivia sigue creciendo y que está manteniendo proyecciones notablemente robustas en el mediano y corto plazo (…). Desde el 3,5 al 4,5% (del Producto Interno Bruto) están las proyecciones de diversos organismos, analistas y calificadoras de riesgo, y eso es robusto en general en el mundo, y muy alto en la región, donde estamos viendo el impacto de la desaceleración”, señaló.
Según el experto argentino, durante una década no solo Bolivia sino la región ha tenido en los commodities principales que ha exportado un periodo notablemente de precios altos a valores muy elevados que ha permitido a algunos países, y en especial a Bolivia, dedicarle importantes recursos a intentar achicar una brecha de necesidad de infraestructura y de inversión pública.
“Este boom de los commodities se ha enfriado, el precio de muchos commodities agropecuarios e hidrocarburos que radica buena parte de los ingresos de Bolivia, se han estabilizado en valores más bajos que los de la última década”, precisó.
Política monetaria
En cuanto a la política monetaria boliviana, Melandri dijo que no puede estar disociada de otros factores de decisión de la política económica. “La competitividad alcanzada solamente a través de medidas de devaluación tampoco es muy genuina, la competitividad de la producción de un país está asociada por sus costos de transacción, costos logísticos, capacidad de recursos humanos, capacidad de innovación, adquisición de tecnología”, dijo.
El transformarse en país exportador a fuerza de utilizar el recurso del manejo de la política monetaria en sí sería parcializar mucho la discusión, advirtió el jefe del BID.
“Dejaría para los economistas hacer discusiones en cuanto en qué situación se encuentra el nivel de paridad monetaria; hay momentos que pareció la moneda apreciándose en relación al menú de países clientes y en otras depreciándose ante la cartera de países vecinos”, dijo.
Como Banco de Desarrollo recomendó poner mucho énfasis en mantener vigente la discusión sobre otros factores que lleva mucho más tiempo corregir como es la capacidad de contar con infraestructura, educación, innovación, asimilación de tecnologías, uso de oportunidades, mejora del comercio exterior e integración. “Todo ese conjunto lleva a la competitividad”, apuntó.
“El Gobierno, me parece que positivamente está empezando a explorar acciones más allá de esperar meramente los ingresos por commodities y está trabajando en la readaptación de algunas variables económicas en las que controla los precios de hidrocarburos o de la energía eléctrica; es decir, cuánto puede quedar en materia de subvenciones y cuánto puede ser trasladada a la economía real”, manifestó.
Melandri dijo que los incrementos en las tarifas eléctricas o el retiro de subvenciones al consumo de gas generan discusiones absolutamente válidas al interior de la sociedad, así como debates técnicos.
“Pero rescataría en esto, que al producirse en un contexto externo que ya no es tan favorable como era de la década pasada, observamos en el Gobierno reacciones para tratar que la economía no se desfase totalmente de esas condiciones externas. Me parece muy interesante”, subrayó.
Según el Representante del BID, el Ejecutivo pretende que el crecimiento económico no se reduzca de las proyecciones realizadas o se desacelere, lo cual es una actitud muy positiva e interesante. “Me parece interesante ver al Gobierno empezar a analizar otros roles de las variables que controla para sincerar o reacomodar una de las variables macroeconómicas aún con pronósticos de crecimiento alto”, enfatizó.
“Hasta ahora estamos viendo que la economía de Bolivia sigue creciendo y que está manteniendo proyecciones notablemente robustas en el mediano y corto plazo (…). Desde el 3,5 al 4,5% (del Producto Interno Bruto) están las proyecciones de diversos organismos, analistas y calificadoras de riesgo, y eso es robusto en general en el mundo, y muy alto en la región, donde estamos viendo el impacto de la desaceleración”, señaló.
Según el experto argentino, durante una década no solo Bolivia sino la región ha tenido en los commodities principales que ha exportado un periodo notablemente de precios altos a valores muy elevados que ha permitido a algunos países, y en especial a Bolivia, dedicarle importantes recursos a intentar achicar una brecha de necesidad de infraestructura y de inversión pública.
“Este boom de los commodities se ha enfriado, el precio de muchos commodities agropecuarios e hidrocarburos que radica buena parte de los ingresos de Bolivia, se han estabilizado en valores más bajos que los de la última década”, precisó.
Política monetaria
En cuanto a la política monetaria boliviana, Melandri dijo que no puede estar disociada de otros factores de decisión de la política económica. “La competitividad alcanzada solamente a través de medidas de devaluación tampoco es muy genuina, la competitividad de la producción de un país está asociada por sus costos de transacción, costos logísticos, capacidad de recursos humanos, capacidad de innovación, adquisición de tecnología”, dijo.
El transformarse en país exportador a fuerza de utilizar el recurso del manejo de la política monetaria en sí sería parcializar mucho la discusión, advirtió el jefe del BID.
“Dejaría para los economistas hacer discusiones en cuanto en qué situación se encuentra el nivel de paridad monetaria; hay momentos que pareció la moneda apreciándose en relación al menú de países clientes y en otras depreciándose ante la cartera de países vecinos”, dijo.
Como Banco de Desarrollo recomendó poner mucho énfasis en mantener vigente la discusión sobre otros factores que lleva mucho más tiempo corregir como es la capacidad de contar con infraestructura, educación, innovación, asimilación de tecnologías, uso de oportunidades, mejora del comercio exterior e integración. “Todo ese conjunto lleva a la competitividad”, apuntó.
Fuente: Agencia de Noticias Fides "ANF"
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