El libro, publicado por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, revela que en 2006 el gasto en subsidios era de sólo 297,1 millones de bolivianos, pero en 2015 llegó a 3.085,6 millones de bolivianos (442,6 millones de dólares).
Se debe hacer notar, sin embargo, que el pico más alto de esta erogación ocurrió en 2013, cuando alcanzó a 6.686,8 millones de bolivianos (959,3 millones de dólares), un crecimiento de 2,150% en nueve años.
Los recursos que destina el Estado a los subsidios se redujeron principalmente en hidrocarburos, debido a una mayor producción interna de GLP.
Carburantes
En 2006, el costo de la subvención a los carburantes era de 265,1 millones de bolivianos y en 2013 se incrementó a 6.032,8 millones de bolivianos o 865,5 millones de dólares (2,175%).
Al año siguiente disminuyó a 5.453,4 millones de bolivianos y en 2015 a 2.250,4 millones de bolivianos, equivalentes a 322,8 millones de dólares.
El crecimiento del gasto en nueve años fue de 748,8%.
Según el documento del Ministerio de Economía, el Estado subsidia los precios del diésel oil, insumos y aditivos (gasolina) y Gas Licuado de Petróleo), entre otros, a fin de evitar un alza en los costos del transporte.
La subvención por habitante en 2004 fue de 510 bolivianos y en 2015 de 210 bolivianos.
El 25 de diciembre de 2010, mediante el Decreto Supremo 748, el Gobierno decidió poner fin a esta política al incrementar el precio de la gasolina en 57% y el del diésel en 82%, lo que fue calificado entonces como un "gasolinazo”. La medida quedó sin efecto por el anuncio de protestas de diferentes sectores.
En esos días, las autoridades argumentaban que el costo era millonario para el Estado y que con los precios congelados de carburantes, se subvencionaba a los países vecinos.
Este año, el Gobierno presupuestó 350 millones de dólares para cubrir el gasto.
Alimentos
Según el Gobierno, a partir de 2009, se decidió subvencionar los alimentos estratégicos de mayor incidencia en la canasta familiar, ante la reducción de la oferta de productos en centros de abasto y la especulación y agio que afectaban al consumidor.
Ese año los precios se incrementaron debido a fenómenos climatológicos.
En la comercialización y acopio se decidió subsidiar la harina, destinada al sector panificador y el maíz, que beneficia a los avicultores.
Esto permitió mantener congelado el precio del pan en 40 centavos y que el precio de carne de pollo se estabilice en los centros de abasto.
Lo mismo ocurre con el acopio de arroz en chala, maíz y trigo para garantizar un precio justo a los productores.
El costo de la subvención de alimentos en 2015 llegó a 742,7 millones de bolivianos, 1.165,2% con respecto a 2009.
Servicios básicos
En el caso de los servicios básicos, el gasto que realiza el Estado se incrementó de 31,9 millones de bolivianos en 2006 a 92,5 millones de bolivianos en 2015, un 189,9% más, según datos del Ministerio de Economía.
Dinero del Estado
- Gasto Este año la subvención del diésel oil requerirá 267 millones de dólares y el incentivo a los campos petroleros demandará 56 millones de dólares. No obstante, el Gobierno anunció que el subsidio de la gasolina se reducirá a cero.
- Eliminación En mayo de 2015 el Gobierno levantó la subvención a la harina, que consistía en entregar el insumo a los panificadores a un precio menor al que se vende en el mercado. Desde entonces, el pan de batalla se comercializa en 50 centavos.
- Expectativa Se espera aumentar la producción interna de diésel.
Fuente: periódico "Página Siete"
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