A 10 años de la denominada nacionalización de los hidrocarburos, dos especialistas coincidieron en que este proceso fue híbrido y a medias, y no le otorgó el control total al Estado sobre los recursos hidrocarburíferos.
En cambio, el Gobierno destaca que en una década se logró multiplicar en casi ocho veces la renta petrolera que se consiguió en 20 años de neoliberalismo.
Para el investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), Carlos Arze, nacionalizar es un paso hacia la socialización de los medios de producción; es la conversión y transformación de una propiedad privada de usufructo de las empresas transnacionales en una entidad manejada por el Estado para definir el curso de la política, además del curso de la explotación y producción.
“La nacionalización permite establecer qué cosas se produce y para qué propósitos, además de controlar el excedente económico que se genera en un sector”, señala en su análisis: “Nacionalización” de los hidrocarburos del Gobierno del MAS: balance y perspectivas”.
Según el investigador, la “nacionalización” del Gobierno del MAS, contenido en el Decreto Supremo 28701 del 1 de Mayo de 2006, no es una nacionalización en su total dimensión, pues el “El Estado boliviano a partir de las compras de acciones de las empresas Andina, Chaco, Transredes, no tiene el control del sector de los hidrocarburos, que está en manos de las empresas extranjeras”.
Nacionalizar no solamente es cambiar la ley, en criterio de Arze, porque aunque la ley dice que todos los hidrocarburos en la forma que estén son de los bolivianos, eso no sucede.
Fuente: Agencia de Noticias Fides "ANF"
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