"No hay una cuantificación (de los alimentos que contienen transgénicos) porque recién se va iniciar (...). Se hará el relevamiento de los productos, la codificación”, precisó.
Esta distinción de los alimentos se realizará en base a los datos del registro sanitario del Senasag y del Ministerio de Salud, e involucrará a otros ministerios.
El Decreto Supremo 2452 del 15 de julio instruye la obligatoriedad de que todo alimento genéticamente modificado lleve la etiqueta y símbolo de advertencia de contenido transgénico.
El símbolo, que estará etiquetado en el envase, será de forma triangular, de color rojo y en el medio llevará la sigla "OGM” y el texto de "Organismo Genéticamente Modificado”. Abajo estará impresa la leyenda: "Este producto contiene material genéticamente modificado”.
El etiquetado iniciará el 2 de enero de 2016 hasta el 31 de diciembre de 2019. El marcado es atribución de los importadores y productores.
"Desde el punto de vista del consumidor, tiene derecho a saber qué está comiendo. Desde el punto de vista sanitario, tenemos que dar a conocer qué productos son transgénicos y cuáles no”, afirmó Guillén.
La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) cumplirá el decreto.
Actualmente 64 países ya exigen el etiquetado de los alimentos transgénicos, incluidos todos los países miembros de la Unión Europea, Rusia, Japón, China, Australia y Nueva Zelanda, según la Voz de América.
La Constitución en Argentina exige el registro, mientras que en Estados Unidos y México hay propuestas de ley para que también se cumpla con este procedimiento de control.
Fuente: periódico "Página Siete"
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