Según una publicación del New York Times, Bolivia se propone deforestar cinco millones de hectáreas hasta 2025, para convertirlas en parcelas de cultivo de soya.
La publicación, fechada el pasado 17 de febrero, indica que “el presidente Evo Morales ha dado una prioridad el asegurar la “soberanía alimentaria”, a costa de una expansión agrícola en el país.
El documento corresponde al grupo ambientalista, Mighty Earth, el mismo que habría enviado a sus empleados a zonas donde hay comercio con la multinacional estadounidense Cargill y usó drones para registrar el allanamiento de tierras y sabanas cerca de donde hay silos de la multinacional en el país. Cargill sería la multinacional con la que agricultores bolivianos comercian soya.
También destacó que en el país, “hay pocas protecciones forestales y la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra tiene responsabilidades que a veces chocan entre sí, como regular el uso de tierras, la agricultura y el dar las concesiones para cultivar y talar”.
INVESTIGACIÓN
Un nuevo estudio del grupo ambientalista señaló que ahora hay indicios de tala a gran escala por parte de agricultores brasileños y bolivianos que comercian soya con Cargill. Para el efecto Mighty Earth, usó imágenes satelitales e información de cadenas de suministro del Stockholm Environment Institute, con el propósito de identificar la deforestación en Brasil, donde sólo comercian dos empresas estadounidenses, Cargill y Bunge.
El mapa de cadenas de suministro utiliza datos de aduanas, envíos y funcionamiento de almacenes, además de datos de productividad de las alcaldías brasileñas.
TIERRA “INÚTIL”
“El bosque es visto como tierra inútil a la que se necesita darle uso”, dijo Nataly Ascarrunz, del Instituto Boliviano de Investigación Forestal. Para esa finalidad, se realizó un monitoreo conjunto del Gobierno del país andino y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, cita el documento.
“Hay mucha presión para que haya desarrollo económico”, dijo Ascarrunz. “Cuando los recursos fluyen, la producción se da y la gente tiene trabajo. Es difícil argumentar contra eso”.
HACIA 2030
El director general de gestión de la autoridad forestal boliviana, Víctor Yucra, recalcó la necesidad de que el Gobierno ponga en una balanza la protección de los bosques con las necesidades del sector agrícola.
“Nuestra preocupación es asegurar que la producción agrícola intensiva se dé dentro de un marco que también implique un cultivo sostenible y protección para los bosques que quedan”, dijo Yucra, según la publicación.
COMPROMISO
MacLennan, director ejecutivo de Cargill, inicialmente fue celebrado por ambientalistas por prometer no expandir la deforestación que hizo, para atender la demanda de producir –por ejemplo– el aceite de palma por parte de la empresa. Tal anuncio fue calificado como la promesa más abarcadora en materia ambiental hecha por una empresa agrícola grande. Pero este compromiso, fue incumplido por la multinacional, dijo la publicación.
BOLIVIA
Bolivia, uno de los países con menor nivel de desarrollo humano de Sudamérica, tiene emisiones de gases de efecto invernadero por persona (per cápita) comparables a países de Europa: 93 millones de toneladas anuales para 2000-2010.
La causa de este desbalance es la deforestación o “cambio en el uso de la tierra”, donde se combinan, además, la expansión de la frontera agrícola, subsidios a combustibles fósiles y un bajo nivel de control ambiental.
EMISIONES
Hasta ahora no existía un número que cuantificara las emisiones del sector para las últimas dos décadas en el país altiplánico. Pero una investigación que combinó información satelital y un modelo ad-hoc (que mide la deforestación, la degradación del suelo y la reforestación, entre otros elementos), mostró el aumento en casi 50 por ciento de emisiones en las últimas dos décadas. Entre 1990 y 2000, emitió 65 millones de toneladas por año, dijo en mayo de 2016 una publicación de un matutino de Cochabamba.
Fuente: periódico "El Diario"
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