Bolivia redujo el año pasado el gasto por importaciones de combustibles en 32%. Sin embargo, este ahorro no compensa la caída de ingresos por las exportaciones por hidrocarburos en 46,8%.
Las compras de diesel, gasolina y otros alcanzaron el año pasado un valor de 654 millones de dólares, que significan 318,4 millones de dólares menos que el valor registrado en 2015, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Las exportaciones de hidrocarburos se redujeron en el mismo periodo en 1.857,2 millones de dólares y cerraron en 2.115 millones de dólares.
En ambos casos la causa principal fue la caída de los precios del petróleo durante los últimos años y con mayor intensidad durante el primer semestre de 2016.
De acuerdo con información elaborada por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), con datos del INE, en 2016 las compras del país por concepto de gasolina se redujeron en 44% en valor, mientras que las de diesel fueron un 28% menores que en 2015.
A pesar de la importante reducción en el valor de las compras de combustibles, el volumen sólo bajó en un 7%.
En 2016, las importaciones de gasolina en sus diferentes variedades llegaron a 150,5 millones de dólares, mientras que las de diesel fueron por 504,3 millones de dólares. En volumen, las compras de gasolina cayeron en 28% y de diesel en 1%, según los datos oficiales (ver gráfica).
Merma de líquidos
Desde finales del año pasado, Brasil disminuyó su requerimiento de gas natural en aproximadamente un 50%, debido a una mayor oferta interna y a un mejor funcionamiento de sus hidroeléctricas gracias a las precipitaciones de verano.
Esta situación, advirtieron los expertos, obligará al país a importar mayores volúmenes de combustible porque habrá una menor producción de líquidos.
Según el exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos, los menores volúmenes de gas transportados a Brasil generan una merma en los líquidos asociados al gas, los cuales son destinados a la producción de gasolina y gas licuado (GLP).
"La reducción de los volúmenes requeridos por Brasil trae consigo una merma de líquidos asociados al gas natural, que si los valoramos al precio de la gasolina, estamos hablando más o menos de un millón de dólares al día adicionales que hay que importar de gasolina”, explicó.
A esto se sumaría al millón de dólares que el Estado deja de percibir por la reducción de los volúmenes enviados a Brasil.
Por su parte, el analista del tema hidrocarburos de la Fundación Jubileo Raúl Velásquez sostiene que si bien la reducción de la demanda brasileña de gas genera una merma, por otra parte se observa un ligero aumento en los envíos de gas a Argentina.
Sin embargo, aclaró que al no tratarse de los mismos volúmenes entre la reducción de la demanda brasileña y el aumento de los envíos a Argentina, la producción de líquidos en la planta de Gran Chaco no compensa la caída.
Fuente: periódico "Página Siete"
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