martes, 14 de marzo de 2017

CONTAMINACIÓN MINERA: Explotar oro alteraría el agua

Más de 15 vertientes y sistemas de riego alrededor del cerro Tuti en San Benito están en peligro por la posible explotación de una nueva mina aurífera, si la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) aprueba la concesión solicitada por la empresa unipersonal “Díaz Rojas”, según el estudio de impacto ambiental que realizó ese municipio del valle alto de Cochabamba.

En zonas aledañas del cerro Tuti viven 10 comunidades y otra un poco más alejada, Villa Rosario, que se proveen del agua para su consumo y les sirve para el riego de los cultivos de hortalizas y flores. En este espacio residen al menos 500 familias.
“No se puede explotar el cerro a pedido de las comunidades porque se verían afectadas drásticamente y hay gran parte de la producción que se vería afectada”, aseveró Claros según informó el secretario general, Gonzalo Claros.
La empresa unipersonal “Díaz Rojas”, que tiene como propietario a Agapito Díaz Rojas, solicitó obtener la concesión minera hace más de un año para explotar oro del lugar. A la fecha, cumplió con la mitad de los 12 pasos que debía seguir para que le otorguen la concesión.
A fines de febrero, un grupo de pobladores de San Benito llegó a la ciudad en una marcha rechazando la concesión minera, sostuvieron una reunión con el director departamental de la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM), Juan Carlos Murillo, y firmaron un acta de entendimiento en la que el municipio se compromete enviar un informe técnico medioambiental a la “brevedad posible” de las vertientes.
Claros indicó que se concluyó con este trabajo y que en los siguientes días se enviará el informe a las oficinas regionales del  AJAM para su conocimiento.
La concejal del municipio de San Benito, Maritza Quinteros, explicó que las vertientes no sólo sirven para riego sino para agua potable, siendo la única fuente ante la sequía que se vive en el departamento.
“Hemos dicho que no se va a mover el cerro Tuti toda la población por más que haya estudio, vamos a defender la naturaleza y la Madre Tierra. No vamos a permitir que se haga un negociado grande que estamos viendo por dónde está yendo”, afirmó Quinteros.
Claros indicó que en contacto verbal con el propietario indicó que se explotarán las piedras del cerro para realizar la chancadora y que quieren asfaltar caminos, pero la susceptibilidad de la gente es que se realice la explotación minera.
El año pasado, el vicepresidente Álvaro García Linera llegó a la zona para hacer la entrega de riego tecnificado en las comunidades de Tuti San Isidro y Paracaya Tuti que representó una inversión de cuatro millones de bolivianos. A estos se suman los de Chimparrancho, Wañakawa Alto y los pobladores de Tuti Alto.
Murillo indicó que el proceso de permiso de explotación de la mina se encuentra paralizado hasta que el municipio envíe el informe medioambiental que se comprometió. “Sobre el informe técnico, nosotros vamos a realizar la evaluación. Nos dijeron que próximamente nos harán llegar la evaluación”, dijo.
El Servicio Departamental de Riego (Sederi) a través de la Secretaría de Madre Tierra de la Gobernación inspeccionará el lugar para hacer un informe que verifique las consecuencias de la explotación del cerro a espacios de riego, además de ver si se compromete a la flora y fauna.
El día de la movilización, el dirigente de la Subcentral Tuti en la zona andina, Gregorio Moscoso, señaló no permitirán la explotación en el cerro Tuti porque atenta contra la población.
MÁS DETALLES
• La Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) tiene como función otorgar derechos mineros a través de los contratos administrativos.
• El cerro Tuti es el más alto de la región del valle alto. Alrededor se siembra cultivos de papa, papaliza, maíz, trigo, cebada, haba y durazno, entre otros.
• En el acuerdo firmado, la AJAM se comprometió a respetar el reclamo de las comunidades del cerro Tuti de cuidar el medio ambiente y a paralizar los trámites entre tanto no se cuente con el estudio sobre las vertientes para conocer el grado de afectación a las comunidades.
Fuente: periódico "Los Tiempos"

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