El Ministerio de Hidrocarburos y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, en su afán de recuperar la iniciativa y refrescar la agenda mediática tras el escándalo de la compra de los taladros, la caída de la licitación de la planta petroquímica de Yacuiba y las dudas sobre las reservas y el equilibrio entre oferta y demanda, han decidido dedicarse a los “golazos”, como calificaba el lunes el nuevo contrato de venta de Gas Licuado de Petróleo (GLP) a Paraguay.
En la jornada del martes se anotó otro con la formalización de la intención de compra desde Argentina de un volumen superior a diez años. La idea ya había sido lanzada por el embajador Argentino en La Paz, Normando Álvarez, quien además vinculó esta compra al abastecimiento de gas por parte de Bolivia.
El negocio del GLP
Ayer el Ministerio de Hidrocarburos distribuyó una nota de prensa en la que se daba cuenta de una reunión formal entre el Ministro, el presidente de YPFB Óscar Barriga y Fernando Caratti, Gerente General de la empresa semipública argentina Refinor.
Según el informe, Refinor tiene interés en firmar un contrato de comprar y venta con Bolivia por un volumen de 240.000 toneladas métricas (TM) por año durante los próximos cinco años, aunque inicialmente se había hablado de diez años.
La particularidad del negocio con Refinor, propietaria del complejo en Campo Durán, al otro lado de la frontera y que durante años ha recibido gratuitamente los líquidos disueltos en el torrente de gas exportado a la Argentina sin pagar por ello, es que no iría en garrafas sino en ductos. “Nosotros deberíamos hacer inversiones que rondan los 10 millones de dólares, para adaptar algunos ductos, lo que puede demorar entre nueve meses y un año”, según señaló el empresario.
“Refinor tiene mucho interés en el GLP boliviano, quiere comprar todo el excedente que pueda producir (la planta) Gran Chaco. Estamos muy entusiasmados de poder avanzar con este acuerdo”, aseguró Caratti.
La planta Separadora del Gran Chaco, según los discursos de inauguración en 2015, tenía capacidad para producir cerca de 2.400 toneladas de GLP al día cuando opere a su máxima capacidad, es decir, procesando al menos los 27 millones de metros cúbicos de gas al día que se deben enviar próximamente a la Argentina. Serían aproximadamente 700.000 toneladas métricas al año. Con los actuales 20 millones de metros cúbicos que se exportan al día la capacidad de producción superaría las 400.000 toneladas anuales, aunque no se ha transparentado la información al respecto.
La Planta Separadora de Líquidos tiene por misión separar por un lado el propano y butano y por el otro etano. Con el propano y el butano de momento se hace el Gas Licuado de Petróleo y se trata de colocar en los mercados que aún lo utilizan, pero el objetivo era abastecer la planta de polipropileno a construirse en el Chaco. Con el etano se proyectaba otra planta petroquímica de etano que en algún momento de la campaña de 2014 se prometió en Puerto Suárez, Santa Cruz, pero que hasta el momento no existe ni en papeles.
De momento el etano separado se reinyecta en el torrente de gas y se envía a la Argentina donde Refinor lo vuelve a extraer en Campo Durán. Tras el acuerdo también llegará al mismo lugar el butano y etano separado para que la empresa argentina obre como quiera. En este caso si pagará por los licuables al margen del gas que no computarán en el valor calorífico, pero sostendrá la industria generada en torno a ello.
La comparación de precios
La comparación de precios entre lo que se pretende vender a Argentina y lo acordado con Paraguay no es posible, puesto que uno correrá directamente por el ducto y el otro se mueve en garrafas y cisternas. YPFB en cualquier caso ha promocionado el de Paraguay y no ha desvelado información sobre los montos que se maneja en la negociación con Argentina.
El precio de venta a Paraguay se ha cerrado en el de referencia, indexado también al barril de petróleo WTI y conocido como Mont Belvieu y un plus de 150 dólares por tonelada métrica, lo que hace un total de 470 dólares que trasladado a garrafas de 10 kilos suponen un costo de unos 32 bolivianos por garrafa si bien la información sobre los costos de transporte no se han difundido.
Fuente: periódico "El País"
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