La ejecución de la inversión pública en el primer semestre del año llegó a 26,8% del millonario presupuesto aprobado este año, es decir, una cuarta parte, según datos del Viceministerio de Inversión Pública y Financiamiento Externo (VIPFE).
Hasta junio se invirtieron 11.380 millones de bolivianos de un total de 42.454 millones de bolivianos, es decir, el 26,81% (ver gráfico).
De acuerdo al boletín de seguimiento presupuestario publicado por el VIPFE en su página web, la mejor ejecución fue lograda por el cofinanciamiento regional, el cual llegó al 73,29%, seguido por la administración departamental que llegó al 39,92%.
De la misma manera, la administración central del Estado solo ejecutó el 23,38% de sus recursos hasta la mitad del año.
Las entidades descentralizadas invirtieron el 34,82% de sus recursos, mientras que los ministerios llegaron al 12,42% y las empresas estatales al 18,65%.
La administración local, por su parte, gastó hasta el sexto mes del año el 24,98% de los recursos y las universidades el 25,14%.
Desde el punto de vista sectorial, los proyectos de infraestructura lograron una ejecución del 35,19%, mientras que los proyectos multisectoriales sólo llegaron a desembolsar el 18,54% de su presupuesto.
Sin embargo, al monto asignado por el Presupuesto General del Estado (PGE) se deben sumar los montos no ejecutados de la anterior gestión, lo que hace que los recursos asignados a cada institución se incremente (ver gráfico).
De acuerdo con el economista Julio Linares, la ineficiencia responde a la excesiva burocracia que hay para aprobar y financiar proyectos, además de la práctica de iniciar la ejecución luego de terminado el primer trimestre del año.
"Es un nivel normal, pero eso está mal, porque las instituciones empiezan a realizar sus inversiones recién en marzo o abril, a eso se suma la excesiva burocracia que hay en el nivel central para aprobar proyectos y como resultado tenemos estos niveles de ejecución”, explicó.
Añadió que los gobiernos subnacionales deben realizar numerosas gestiones para poder aprobar sus proyectos y autorizar los desembolsos, generando retrasos en la ejecución durante los primeros meses del año.
"Para poder agilizar la ejecución en los primeros meses es necesario flexibilizar la burocracia que hay, además, se deben realizar planes anuales más estrictos de ejecución”, sostuvo.
Por su parte, el analista económico Alberto Bonadona opinó que los niveles de ejecución alcanzados hasta junio son normales, ya que durante los primeros meses se envían los proyectos para su aprobación, para posteriormente ser realizados durante los últimos meses del año.
Fuente: periódico "Página Siete"
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