El representante de la Federación de Organizaciones para Asistencia Social y Educacional (FASE) de Belem, Brasil, Guilherme Carvalho, afirmó que la ejecución de megaproyectos de infraestructura vial e hidroeléctricas en Bolivia, sólo buscan beneficiar a las empresas transnacionales y al capital brasileño.
“Brasil tiene una estrategia muy clara que es el de transformar empresas brasileñas en empresas multinacionales, entonces hay todo un conjunto de medidas que son implementadas por el gobierno brasileño a través de BANDES (Banco de Desarrollo de Brasil) y otras instituciones para garantizar que estas empresas tengan una actuación internacional cada vez mas fuerte”, señaló Carvalho en su intervención en el seminario internacional “Cachuela Esperanza, en la cuenca internacional del río Madera”, realizado en la ciudad de Cochabamba del 14 y 15 de junio.
Asimismo, indicó que “la integración económica sudamericana es un medio utilizado por el Estado brasileño para que estas empresas puedan entrar a controlar los mercados de los países vecinos y al mismo tiempo garantizar que las obras de infraestructura de su interés sean ejecutadas para viabilizar todo el comercio internacional brasileño”.
En el caso de Bolivia, Brasil participa en la construcción de tramos camineros como Villa Tunari - San Ignacio de Moxos, Potosí - Tarija, Pailón - Puerto Suarez, rehabilitación del tramo El Sillar, entre otros, y en energía, con interés en la construcción de proyectos hidroeléctricos como Cachuela Esperanza, Rositas y el Bala.
“Los gobiernos piden prestamos de Brasil a través de BNDES, aumentan su deuda externa para hacer proyectos que en la mayoría de las veces son concesionadas a empresas privadas, entonces, el país aumenta su deuda externa para beneficiar a grupos económicos privados del propio país como también del Brasil”, aseveró.
Seguidamente denunció que “esta política de integración y desarrollo está profundamente asentado en la explotación intensiva de los recursos naturales, es un modelo que profundiza la desigualdad y crea mucho más problemas”, concluyó.
Todos estos proyectos se planifican y ejecutan como parte de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana IIRSA, (hoy denominado Comité Coordinador de la Infraestructura de América del Sur y Planificación COSIPLAN), que surge en la primera Cumbre de Presidentes, realizada en Brasilia, Brasil, el 30 de agosto y 1 de septiembre de 2000, cuya etapa inicial culminó el 2010.
La integración sudamericana tiene en cartera 514 proyectos de Transporte, Energía y Comunicación, con una inversión inicial estimada en 69 mil millones de dólares, de los cuales 51 proyectos fueron concluidos, 196 se encuentran en fase de ejecución, 103 en etapa de estudios, 31 considerados estratégicos y de implementación prioritaria y el resto aún en agenda.
Fuente: periódico digital ERBOL - http://www.erbol.com.bo/ - 20/06/2011
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