El precio del barril de crudo por debajo de los 60 dólares pone en riesgo los proyectos de producción de petróleo que suman al menos 1,5 millones de barriles diarios para 2016. La caída del 40% en el precio del petróleo en los últimos seis meses está poniendo a prueba el temple de los mayores productores del mundo, desde Venezuela hasta Irán y Rusia. Pero también representa la supervivencia de los más fuertes a un nivel más granular – entre los megaproyectos mundiales.
Energy Aspects, una consultoría con sede en Londres, estima que más del 12% de la producción mundial de petróleo sería poco rentable si las principales compañías les dieran el visto bueno a los proyectos existentes a los precios de hoy en día.
Los que se encuentran en mayor riesgo son los de las arenas petrolíferas de Canadá, que tiene un precio de equilibrio de 80 dólares por barril, los yacimientos de esquisto estadounidense y otras áreas de petróleo ajustado (76 dólares). Los campos en aguas profundas de Brasil (75 dólares) y los proyectos mexicanos (alrededor de 70 dólares) también son vulnerables.
Nada de esto pinta bien, especialmente si se toma en cuenta que la mayor parte de la nueva producción lista para entrar en funcionamiento en los próximos dos años vendrá de países no pertenecientes a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). La mayor parte de ésta es producción de alto costo que se ha vuelto más cara en los últimos años.
Al encontrarse el precio del petróleo en torno a los 60 dólares por barril, por lo menos 1,5 millones de barriles diarios de proyectos programados para el año 2016 están en riesgo, según pronósticos de Energy Aspects. (Hay que tener en cuenta que el precio del petróleo ha caído casi cinco dólares por debajo de este nivel sólo en los últimos días hasta alcanzar sus niveles más bajos en cinco años.)
Mucho más de un millón de barriles diarios de proyectos programados para el año 2017 también se encuentran en riesgo. Los números para el año 2018 aún no están claros.
Para los proyectos que ya están en ejecución, los cuales ya han sido aprobados y cuya financiación ya está disponible, el panorama es diferente. Se requerirían caídas mucho mayores en el precio del petróleo para cancelarlos. Sin embargo, la planificación y el desarrollo de nuevos proyectos pueden ser diferidos, rediseñados o incluso cancelados en función de cómo se encuentren financieramente los operadores y cuáles son sus expectativas para el rendimiento de la inversión.
Pero, ¿qué significa todo esto para el equilibrio global de oferta y demanda?
Los niveles de oferta dependen de cómo los problemas de flujo de efectivo y las tasas de agotamiento afecten al esquisto estadounidense y a otras producciones de tight oil (petróleo ajustado). De qué forma los bajos precios influirán en la producción de los principales países productores como Venezuela es otra cuestión. También deben tenerse en cuenta las tasas de agotamiento de los campos convencionales.
Aquellos que predicen un aumento de la demanda en el segundo semestre de 2015 creen que los precios se recuperarán y se estabilizarán a niveles más altos. La pregunta entonces es ¿si los precios rebotan demasiado rápido causarían otro exceso de oferta en el mercado del petróleo ya que la producción de esquisto estadounidense, en particular, sigue creciendo?
Se desconoce aún de qué forma las compañías petroleras internacionales recortarán la inversión para nuevos proyectos, al igual que las repercusiones de cualquier reestructuración de la industria. Si ya se encontraban bajo presión para ajustarse el cinturón cuando los precios estaban por encima de 100 dólares el barril, se prevé que las mayores compañías mundiales de energía ahora aceleren dramáticamente y profundicen sus recortes de costos, según los analistas.
Paul Horsnell, analista de Standard Chartered, dice que ahora cualquier retroceso en inversión para proyectos en los próximos años sentará precedentes para precios del petróleo mucho más volátiles en el futuro.
Al igual que en los últimos 150 años, al desalentar la inversión a largo plazo ahora, la industria está "creando la base para el próximo auge cuando la demanda mejore de nuevo”, dijo.
Pero la demanda dependerá de cómo la disminución estructural en los países occidentales a favor de combustibles más limpios y más económicos coincida con el efecto positivo de los precios más bajos. ¿En Asia, el reequilibrio de China hacia una economía de consumo será recibido con un repunte en la demanda de otros países en crecimiento como India o los gobiernos utilizarán un período de precios más bajos del petróleo para frenar los subsidios?
Se requerirá de un período mayor de precios más bajos para que se establezca el equilibrio. Por el momento, es territorio desconocido.
Fuente;: periódico "Página Siete"
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