El ritmo acelerado del cambio climático, por la variación de la temperatura se está convirtiendo en una amenaza alimentaria. Un estudio realizado por la fundación boliviana Naturaleza, Tierra y Vida (Nativa), revela que la producción reducirá en más de un 25 por ciento en el departamento de Tarija. Entre tanto, el sector campesino asegura garantizar los productos para la presente gestión.
El coordinador social de la fundación, Freddy Chávez Pizarro, aseguró que el principal factor que llevará a esta disminución será la falta de agua producto de la disminución de las lluvias. Este fenómeno, no solo afectará los cultivos, además la cría de animales e incluso al consumo humano.
“Las temperaturas cada vez están más altas, es más, hemos subido dos grados—explicó Chávez--. Está claro que el porcentaje de disminución de la producción agrícola será por la falta de lluvias en los valles, lugares subandinos y el Chaco”.
Indicó que el estudio realizado ha demostrado que las sequías están más prolongadas, el tiempo de lluvia dura menos, antes era de seis meses y ahora a penas se llega a los tres. Además hace referencia que el surazo mezclado con temperaturas altas y bruscas, está haciendo que el tiempo sea inestable y ayude negativamente en la producción.
Agua para subsistir
Entre las alternativas que van buscando para seguir produciendo y no dejar un vacío alimentario, se viene trabajando en proyectos y programas de cosecha de agua. Eso significa generar espacio de almacenamiento del líquido elemento y optimización de su uso.
Para ello, Nativa viene trabajando con los gobiernos municipales y las subgobernaciones para encarar los proyectos, entre ellos represas, canales de riego y microrriego, en algunas oportunidades riego a goteo.
Desde la Federación Nacional de Comunidades Campesinas encabezadas por Rodolfo Machaca Yupanqui, indicaron que están tomando previsiones para hacer frente a los cambios climáticos y producto de ello se realizó una cumbre agrícola. Ahí se definieron una serie de lineamientos y el principal punto es declarar el año del riego y cosecha de agua.
“Estamos previniendo técnica y políticamente para afrontar los cambios climáticos y para ello trabajaremos con el Gobierno central y municipal—indicó--. Además trabajaremos en la ampliación de la frontera agrícola y para ello pediremos mayor extensión de terrenos para cultivo”.
El representante departamental de los campesinos en Tarija, Casildo Gudiño, indicó que para la presente gestión se garantiza los productos para la canasta familiar, sin descartar que temen por lo que pueda ocurrir a futuro.
“Si bien hemos tenido desastres naturales debemos decir que hay producción al momento—dijo --. Sigue lloviendo y eso nos favorece”.
Migración y producción
El no tener condiciones en las zonas rurales para producir y cosechar productos, ha generado una migración poblacional del campo a la ciudad. Eso significa que existen menos personas dedicadas al cultivo. Eso vendrá a sumar el porcentaje de disminución en la producción agrícola.
“Cuando hay sequías y no hay agua ni alimentos no se puede sobrevivir y las familias del campo prefieren migrar, entonces deben ver otras alternativas en la ciudad—añadió--. Pero no es la solución, puesto que lo aprendido en el campo poco se podrá usar en la ciudad, puesto que no se produce, no se caza, no se pesca y más bien caen en mayores problemas”.
Deforestación y el crecimiento uno de los problemas
“Las temperaturas cada vez están más altas, es más, hemos subido dos grados—explicó Chávez--. Está claro que el porcentaje de disminución de la producción agrícola será por la falta de lluvias en los valles, lugares subandinos y el Chaco”.
Indicó que el estudio realizado ha demostrado que las sequías están más prolongadas, el tiempo de lluvia dura menos, antes era de seis meses y ahora a penas se llega a los tres. Además hace referencia que el surazo mezclado con temperaturas altas y bruscas, está haciendo que el tiempo sea inestable y ayude negativamente en la producción.
Agua para subsistir
Entre las alternativas que van buscando para seguir produciendo y no dejar un vacío alimentario, se viene trabajando en proyectos y programas de cosecha de agua. Eso significa generar espacio de almacenamiento del líquido elemento y optimización de su uso.
Para ello, Nativa viene trabajando con los gobiernos municipales y las subgobernaciones para encarar los proyectos, entre ellos represas, canales de riego y microrriego, en algunas oportunidades riego a goteo.
Desde la Federación Nacional de Comunidades Campesinas encabezadas por Rodolfo Machaca Yupanqui, indicaron que están tomando previsiones para hacer frente a los cambios climáticos y producto de ello se realizó una cumbre agrícola. Ahí se definieron una serie de lineamientos y el principal punto es declarar el año del riego y cosecha de agua.
“Estamos previniendo técnica y políticamente para afrontar los cambios climáticos y para ello trabajaremos con el Gobierno central y municipal—indicó--. Además trabajaremos en la ampliación de la frontera agrícola y para ello pediremos mayor extensión de terrenos para cultivo”.
El representante departamental de los campesinos en Tarija, Casildo Gudiño, indicó que para la presente gestión se garantiza los productos para la canasta familiar, sin descartar que temen por lo que pueda ocurrir a futuro.
“Si bien hemos tenido desastres naturales debemos decir que hay producción al momento—dijo --. Sigue lloviendo y eso nos favorece”.
Migración y producción
El no tener condiciones en las zonas rurales para producir y cosechar productos, ha generado una migración poblacional del campo a la ciudad. Eso significa que existen menos personas dedicadas al cultivo. Eso vendrá a sumar el porcentaje de disminución en la producción agrícola.
“Cuando hay sequías y no hay agua ni alimentos no se puede sobrevivir y las familias del campo prefieren migrar, entonces deben ver otras alternativas en la ciudad—añadió--. Pero no es la solución, puesto que lo aprendido en el campo poco se podrá usar en la ciudad, puesto que no se produce, no se caza, no se pesca y más bien caen en mayores problemas”.
Deforestación y el crecimiento uno de los problemas
Otro de los factores estudiados que contraviene la producción alimentaria es la constante deforestación existente en los bosques. No solo ello, además que la ciudad sigue creciendo y está ocupando espacios que antes eran usados para la agricultura y ganadería.
Según la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT), Omar Ortiz, el no tener bosques genera un cambio de temperatura, haciendo que la zona sea afectada por la sequedad y la falta de lluvias.
Según la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT), Omar Ortiz, el no tener bosques genera un cambio de temperatura, haciendo que la zona sea afectada por la sequedad y la falta de lluvias.
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