A pesar de que en el PGE 2015 se triplica la asignación a la minería, sólo uno de los 30 proyectos clave de inversión pública es para exploración. Especialistas coinciden en que ante un escenario de caída internacional de precios y una magra inversión en exploración es incongruente proyectar al sector como uno de los cuatro pilares de la economía, como señaló el presidente Evo Morales.
Implementación del programa de exploración y equipamiento de la Empresa Minera Huanuni (EMH), así se denomina el único proyecto relacionado con la minería metálica que el Presupuesto General del Estado (PGE) 2015 incluye dentro de los 30 más importantes y le asigna 35 millones de dólares que representan el 0,6 por ciento de los más de 6 mil millones de dólares consignados para inversión pública.
“La exploración es determinante para garantizar la sostenibilidad de las operaciones”, señaló ayer el exviceministro de Minería, Héctor Córdova, y añadió que los actuales yacimientos en explotación se descubrieron hace unos 50 a 60 años y hay algunos que tienen más de 100 años, lo que muestra la necesidad de nuevos descubrimientos.
Sin embargo, en el país hay limitaciones porque el Estado destina aproximadamente 20 millones de dólares anuales para esta tarea a nivel nacional, cifra bastante reducida si se compara con otros países que destinan hasta 10 millones o más sólo para explorar un área.
En diciembre pasado, el presidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Marcelino Quispe, informó que esa entidad presupuestó una inversión de 2.400 millones de bolivianos para proyectos de exploración minera en todo el país.
Dijo que ese monto supone un 15 por ciento de incremento con relación al presupuesto de 2014; pero reconoció que aún resulta insuficiente para explorar todos los posibles yacimientos mineros que existen en el país.
”En cuanto a exploración minera (…) hemos trabajado sólo 35 por ciento, hay mucho que explorar en el país”, subrayó.
Para el analista Henry Oporto, al Estado no sólo le falta capital para invertir, sino también tecnología adecuada para exploraciones de magnitud y capacidad gerencial, sobre todo en Comibol, donde ve fallas estructurales que no han podido superarse.
Otra de las limitaciones señaladas por Córdova es que la ley establece que sólo el Servicio Geológico y Minero (Sergeomin) puede hacer exploración. Los privados pueden hacerlo, pero la nueva ley minera les obliga a informar a Sergeomin sobre si hicieron o no hallazgos. La Comibol puede hacer exploración sólo para sí misma.
Para completar el panorama, tampoco hay inversiones privadas, algo que Oporto atribuye a la falta de seguridad jurídica, a la elevada carga impositiva y a la falta de reglas claras para la inversión en el país.
“Bolivia se ha convertido en un país de alto riesgo para la inversión privada, no hay estímulo, no hay confianza para el inversor y la nueva ley minera no ha cambiado eso en absoluto. Eso, sumado a los altos costos impositivos hace que los inversores prefieran Chile o Perú”, apuntó.
Ante ese escenario, para Oporto es “incongruente” y carente de sentido que el Gobierno proyecte a la minería como uno de los cuatro pilares de la economía nacional. “La minería está en situación de anemia por falta de inversiones, tanto del sector público como del sector privado, entonces no puede ser un factor de desarrollo económico”, señaló.
Algunos hallazgos
El expresidente de Comibol, Héctor Córdova, recordó que el hallazgo más reciente es el de Coro Coro, anunciado en 2011 y realizado a través de un contrato de riesgo compartido con la coreana Kores; pero aún queda pendiente la confirmación del hallazgo de cobre, plata, indio y manganeso.
En Mallku Khota, antes de su nacionalización en 2012, se conoció que había yacimientos de indio y plata, entre otros.
Challapata, en Oruro, es otra zona en la que hace poco se hizo un hallazgo importante de oro; pero no se puede explotar por ser zona agrícola y hay riesgo de contaminación.
Challapata, en Oruro, es otra zona en la que hace poco se hizo un hallazgo importante de oro; pero no se puede explotar por ser zona agrícola y hay riesgo de contaminación.
Fuente: periódico "Los Tiempos"
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