El miércoles 26 de octubre el Gobierno y la petrolera española Repsol firmarán nuevos acuerdos para explotar el área de Caipipendi, concesionada a esta transnacional y una de las principales del país ya que sobre ella se desarrollan los campos de Margarita y Huacaya y presumiblemente, Boyuy, la nueva esperanza del sector en Tarija.
“El próximo miércoles firmaremos posiblemente en Tarija un acuerdo de mucha inversión, desarrollo de nuevas reservas con Repsol, llegará el presidente Brufau y el presidente Morales”, informó el ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez en el programa El Pueblo es Noticia de Canal 7.
Pasado y presente con Repsol
La petrolera española estuvo en el centro de la polémica en 2003; de sus oficinas en Madrid y con la intención de conquistar el mercado estadounidense se pergeñó el plan LNG Pacífic, que preveía la exportación de gas por los puertos chilenos hacia el norte de México y sur de Estados Unidos. El contrato tenía múltiples perjuicios para Bolivia, ya que contenía riesgos sobre transporte y cotizaciones que finalmente el país debería haber asumido. Según cálculos de la época, Bolivia podía haber acabado pagando para que se llevaran el gas con cotizaciones por debajo de los 40 dólares, como se vieron en 2009 y en este 2016. Finalmente fue la exportación por Chile la que desencadenó la protesta que no solo tumbó el proyecto sino al propio presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
El consultor y analista Ramiro Paz Cerruto denunció entonces el lucro de Repsol en la bolsa de Nueva York a cuenta de las reservas de gas boliviana que había inscrito como propias. Para entonces Repsol y sus certificadoras afines decían que Bolivia tenía más de 50 trillones de pies cúbicos de gas. Margarita era el epicentro de ese negocio. Finalmente, cuando se descubrió la trampa Repsol fue expulsada por la SEC, aunque para entonces había ganado millones con la especulación. Margarita pasó de ser infinita a tener poco más de 2 TCF y el país de 50 a poco más de 10 TCF.
Con todo, Repsol se quedó en Bolivia explotando Margarita también después de la nacionalización. Los próximos señalan a Antonio Brufau, aun presidente de la española, como uno de los gestores de los contratos petroleros que se renegociaron después de aplicar el decreto. Con sus gastos recuperables incluidos.
Brufau y Evo Morales, lejos de tensionarse, han protagonizado momentos de mucha proximidad, incluso luego de que la aliada argentina Cristina Fernández de Kirchner recuperara la privatizada YPF.
Desde 2007, Repsol explotaba Margarita y enviaba a Campo Durán (Argentina) con todos sus licuables gratuitos disueltos en el torrente de gas. YPF controlaba el negocio al otro lado. Actualmente y tras la construcción de la Separadora del Chaco, que debía haber financiado Enarsa y acabó construyendo Técnicas Reunidas, otra española con la que Repsol comparte experiencias y trayectorias, Repsol se centra en Bolivia, uno de los diez países donde tiene operaciones y que ya ha dicho que no está contemplado en el plan de desinversiones que la compañía lleva adelante para intentar sanearse.
Según información oficial, la petrolera española Repsol, a través de su filial Repsol Bolivia, participa en al menos 32 bloques hidrocarburífero del país, la mayoría desde su participación en la empresa estatal YPFB Andina, que conforma junto a la estatal y de la que posee el 49 por ciento de las acciones.
Margarita sigue siendo el proyecto estrella de Repsol, ya que produce hasta 15 millones de metros cúbicos al día, lo que supone una cuarta parte de lo que Bolivia produce y casi la totalidad de lo que se exporta a la Argentina.
Ya en octubre de 2015, en también una visita del presidente Antonio Brufau al campo Margarita se anunció el interés en desarrollar Boicobo, al norte de ese campo y Boyuy, que según informes preliminares el reservorio podría llegar hasta Cercado. En total se prevén unos 3,5 trillones de pies cúbicos de gas en estas arenas, más que lo certificado en Margarita que se queda en 2,8 TCF según explicó en su momento el ministro Sánchez.
El jueves, el presidente Evo Morales anunció que el presidente de Repsol llegará a Bolivia, para “suscribir un contrato de prestación de servicios por 20, 30 o 40 años”, algo que ya ha repetido en diferentes foros para defender la solvencia de Bolivia como país productor y con las segundas reservas de gas más importantes de Sudamérica.
La petrolera española estuvo en el centro de la polémica en 2003; de sus oficinas en Madrid y con la intención de conquistar el mercado estadounidense se pergeñó el plan LNG Pacífic, que preveía la exportación de gas por los puertos chilenos hacia el norte de México y sur de Estados Unidos. El contrato tenía múltiples perjuicios para Bolivia, ya que contenía riesgos sobre transporte y cotizaciones que finalmente el país debería haber asumido. Según cálculos de la época, Bolivia podía haber acabado pagando para que se llevaran el gas con cotizaciones por debajo de los 40 dólares, como se vieron en 2009 y en este 2016. Finalmente fue la exportación por Chile la que desencadenó la protesta que no solo tumbó el proyecto sino al propio presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
El consultor y analista Ramiro Paz Cerruto denunció entonces el lucro de Repsol en la bolsa de Nueva York a cuenta de las reservas de gas boliviana que había inscrito como propias. Para entonces Repsol y sus certificadoras afines decían que Bolivia tenía más de 50 trillones de pies cúbicos de gas. Margarita era el epicentro de ese negocio. Finalmente, cuando se descubrió la trampa Repsol fue expulsada por la SEC, aunque para entonces había ganado millones con la especulación. Margarita pasó de ser infinita a tener poco más de 2 TCF y el país de 50 a poco más de 10 TCF.
Con todo, Repsol se quedó en Bolivia explotando Margarita también después de la nacionalización. Los próximos señalan a Antonio Brufau, aun presidente de la española, como uno de los gestores de los contratos petroleros que se renegociaron después de aplicar el decreto. Con sus gastos recuperables incluidos.
Brufau y Evo Morales, lejos de tensionarse, han protagonizado momentos de mucha proximidad, incluso luego de que la aliada argentina Cristina Fernández de Kirchner recuperara la privatizada YPF.
Desde 2007, Repsol explotaba Margarita y enviaba a Campo Durán (Argentina) con todos sus licuables gratuitos disueltos en el torrente de gas. YPF controlaba el negocio al otro lado. Actualmente y tras la construcción de la Separadora del Chaco, que debía haber financiado Enarsa y acabó construyendo Técnicas Reunidas, otra española con la que Repsol comparte experiencias y trayectorias, Repsol se centra en Bolivia, uno de los diez países donde tiene operaciones y que ya ha dicho que no está contemplado en el plan de desinversiones que la compañía lleva adelante para intentar sanearse.
Según información oficial, la petrolera española Repsol, a través de su filial Repsol Bolivia, participa en al menos 32 bloques hidrocarburífero del país, la mayoría desde su participación en la empresa estatal YPFB Andina, que conforma junto a la estatal y de la que posee el 49 por ciento de las acciones.
Margarita sigue siendo el proyecto estrella de Repsol, ya que produce hasta 15 millones de metros cúbicos al día, lo que supone una cuarta parte de lo que Bolivia produce y casi la totalidad de lo que se exporta a la Argentina.
Ya en octubre de 2015, en también una visita del presidente Antonio Brufau al campo Margarita se anunció el interés en desarrollar Boicobo, al norte de ese campo y Boyuy, que según informes preliminares el reservorio podría llegar hasta Cercado. En total se prevén unos 3,5 trillones de pies cúbicos de gas en estas arenas, más que lo certificado en Margarita que se queda en 2,8 TCF según explicó en su momento el ministro Sánchez.
El jueves, el presidente Evo Morales anunció que el presidente de Repsol llegará a Bolivia, para “suscribir un contrato de prestación de servicios por 20, 30 o 40 años”, algo que ya ha repetido en diferentes foros para defender la solvencia de Bolivia como país productor y con las segundas reservas de gas más importantes de Sudamérica.
El reto de diversificar la economía boliviana
El ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez señaló que el Gobierno trabaja en diferentes pilares de desarrollo para fortalecer la economía de Bolivia, como el campo energético, hidrocarburífero y minero, entre los más importantes.
“Entonces si ustedes ven con un pilar económico del gas, con la industrialización, el tema de la energía eléctrica, el tema del Mutún, litio, agricultura, turismo, entonces esa es la visión de Evo Morales de tener varios pilares económicos rumbo al año 2025”, explicó.
Morales mostró su optimismo la pasada semana por la recuperación de los precios del petróleo.
“Entonces si ustedes ven con un pilar económico del gas, con la industrialización, el tema de la energía eléctrica, el tema del Mutún, litio, agricultura, turismo, entonces esa es la visión de Evo Morales de tener varios pilares económicos rumbo al año 2025”, explicó.
Morales mostró su optimismo la pasada semana por la recuperación de los precios del petróleo.
Fuente: periódico "El País"
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