Pese al compromiso que YPFB hizo en Puerto Suárez con el Comité Cívico Femenino, que a partir de marzo iba a abastecer de gas licuado de petróleo (GLP) durante dos veces a la semana, esa promesa quedó en nada. Según ese convenio, realizado con la dirigente cívica Silvana Zambrana, tienen que llegar a la frontera 900 garrafas por semana.
Sin embargo, el abastecimiento solamente llega a la mitad; es decir, 450 unidades, que no abastecen la alta demanda que hay en la población de Puerto Suárez y comunidades circunvecinas.
La escasez ocasiona que cada vez que llega el camión con garrafas a la empresa distribuidora se produzca una larga cola, lo que genera también confrontaciones entre la misma gente y las autoridades que quieren que haya orden.
Ayer, por ejemplo, esta tensa situación casi hizo que el intendente municipal, Édgar Hinojosa, se prenda a golpes con un panadero que buscaba comprar unas cinco garrafas.
Mario Miglino, agente distribuidor de GLP, dijo que YPFB no cumple con el cupo asignado y que de persistir esta situación puede haber más líos entre los usuarios. Fuentes de YPFB expresaron que el problema se ocasiona en San José de Chiquitos, pues no le llega suficiente gas a la planta engarrafadora.
La gente que acude a comprar su garrafa pide que para solucionar el problema se entregue más de 1.000 unidades por semana.
Fuente: periódico "El Deber" Santa Cruz-Bolivia - 25/08/2009
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