Ante la caída y sus efectos de los precios del petróleo, tres expertos sugieren ajustar el gasto de las inversiones subalternas que no forman parte del negocio central de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para así evitar inversiones ineficientes, sostener activos inútiles y de proyectos faraónicos como parte de un plan de contingencias.
"El Gobierno debe eliminar ineficiencias, dejar de invertir en proyectos inútiles. Por ejemplo, el transporte de gas se hace por tres empresas de YPFB (Transporte, Gas Trans Bolivia-GTB y Transierra) cuando eso debería hacer de manera fusionada. Es una muestra de gravísima ineficiencia", señaló Hugo Del Granado, analista en hidrocarburos.
Por su parte, Álvaro Ríos, experto energético, puntualizó que los bolivianos deben esforzarse por exportar productos y servicios con mayor valor y sobre todo tecnológicos. "Ese es el reto a largo plazo que debe encarar Bolivia", señaló.
Puntualizaciones.
Del Granado reafirmó que es urgente el plan anticrisis, cuyas tareas podrían ser mejor desarrolladas por la empresa privada. Entre ellas citó que YPFB debe dejar de lado la instalación de estaciones de servicios en el país, debe abandonar su participación en acciones del rubro eléctrico como la termoeléctrica de Bulo Bulo o hacerse cargo inútilmente de la empresa engarrafadora Flamagas en Santa Cruz, cuando paralelamente está la de Palmasola. "El construir estaciones de servicio son inversiones inútiles cuando la empresa privada con ventaja y con mayor eficiencia puede generar esos servicios", puntualizó.
Otras visiones contingentes.
Carlos Miranda, expresidente de la extinta Superintendencia de Hidrocarburos, enfatizó que la caída del petróleo permanecerá a la baja de dos a cinco años, por eso el Gobierno debe adoptar medidas de ajuste en los gastos y en proyectos faraónicos (imposibles). "Si ahora se cayó 30%; esto puede llegar hasta un 50%. Entonces, hay que ajustar las inversiones innecesarias. Por ahora los precios por venta de gas nos siguen beneficiando, ha bajado pero no tanto. El problema será a partir de 2020, cuando se acaben las reservas y no tengamos gas suficiente para vender", puntualizó el experto.
Fuente: periódico "El Día"
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