Así lo indicó Morales una vez que terminó el recorrido por la factoría, que según YPFB, tiene un avance de obra del 80,3%, a la que calificó como un hecho histórico que se suma a las plantas separadoras de líquidos de Río Grande (Santa Cruz) y Gran Chaco (Tarija).
Explicó que de las 2.100 toneladas de urea día que se generen en la planta solo el 20% será para el mercado interno y el restante 80% estará destinado para su exportación y que ya se está trabajando para que los mercados de Argentina y Brasil sean los principales destinos de la oferta.
El jefe de Estado remarcó que prevé que por la venta de la materia prima para hacer fertilizantes el país perciba unos $us 250 millones al año, por lo que, según su cálculo, en unos tres años se podrá recuperar lo invertido.
Durante el recorrido, que se extendió por más de media hora, los trabajadores aplaudieron el paso de Morales y en tono de broma le pidieron un tercer aguinaldo o más días de descanso, a lo que el presidente contesto con una sonrisa.
La planta por dentro. Guillermo Achá, titular de YPFB, presentó los avances de los trabajos realizados por la empresa surcoreana Achá detalló que para poner en pie esta obra, 13 países son los proveedores de insumos, maquinaria y otros equipos.
En su explicación, el titular de Yacimientos sostuvo que en el tema de la ingeniería (básica y detallada) hay un avance del 100%, mientras que en la importación de equipos se tiene un avance del 93,7% y en construcción, un 53%.
De acuerdo con lo programado se tiene calculado que la planta comience a operar en el segundo semestre de 2016.
Sobre la mano de obra, un punto observado por algunos trabajadores de la zona, Achá detalló que el 97% son bolivianos y el resto extranjeros. En cuanto a los plazos y posibles sanciones por incumplimiento, Morales subrayó que el Gobierno será muy estricto con las empresas.
Fuente: periódico "El Deber"
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