El Gobierno presupuestó para 2016 una inversión pública de 8.200 millones de dólares, que supera en 33% a la suma de este año, pese a la caída de los precios internacionales de las materias primas. Los empresarios destacan el monto proyectado.
"Para el próximo año, la inversión pública será de 8.200 millones de dólares; ha rebajado el precio del petróleo, pero en tema de inversión seguimos subiendo”, informó ayer el presidente Evo Morales, durante la entrega de recursos para proyectos en el municipio de Calacoto, en La Paz.
Agregó que ese monto fue aprobado ayer por la madrugada, cuando también se consideró destinar mayores recursos para el sector productivo.En el Presupuesto General del Estado (PGE) 2015 se proyectó una inversión pública de 6.179 millones de dólares, pero durante este año se decidió incrementarla en 1.000 millones de dólares, principalmente para la construcción de carreteras.
Agregó que en 2005 la inversión para todo el país era de sólo 600 millones de dólares y que para este año llegó a un total de 7.200 millones de dólares (ver infografía).
El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas, destacó ayer ese monto de inversión pública para 2016.
"Es histórico para la economía del país. Es destacable desde todo punto de vista ese esfuerzo que está haciendo el Gobierno nacional por lograr esos niveles de inversión histórica cada año”, afirmó, según ABI.
Dijo que los recursos tendrán un efecto multiplicador en la economía interna, pues no sólo benefician a la población, sino al sector privado nacional y extranjero.
La ejecución presupuestaria
El miércoles el Primer Mandatario observó la baja ejecución presupuestaria, que a octubre llegó a 54%, un porcentaje inferior al de similar periodo de 2014, cuando superó el 70%.
El ministro de Economía, Luis Arce, aseguró que se acelerarán las inversiones en el país para alcanzar una eficiencia de 95% hasta fin de año.
Argumentó que si bien el porcentaje es menor, en 2014 se presupuestaron 4.519 millones de dólares y en esta gestión son 6.179 millones de dólares.
Otras variables
El Ejecutivo anticipó otras variables macroeconómicas para 2016, entre ellas el crecimiento económico que se situará en 5%, una tasa similar a la de este año.
No obstante, los organismos internacionales como el Banco Mundial, el FMI y la Cepal estiman una expansión de la economía de 4%, 4,1% y 4,4%, respectivamente.
El Gobierno proyecta ingresos por la venta de hidrocarburos en base a un precio de 45 dólares el barril de petróleo.
Ayer el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) bajó un 0,37 % y cerró en 40,39 dólares el barril, muy cerca del mínimo anual, de 38,24 dólares, que se registró el 24 de agosto, según EFE.
La bajada fue atribuida, por los analistas, al avance del dólar en los mercados de divisas.
Para este año, el Ejecutivo estima una reducción de 3.250 millones de dólares en las exportaciones de hidrocarburos y de minerales, a causa de la baja cotización de los commodities.
Para enfrentar el descenso, las regiones dispondrán de 3.180 millones de bolivianos (456 millones de dólares) de un fideicomiso creado por el Gobierno. El interés es de 1% anual.
Punto de vista
julio linares, experto en descentralización
Las inversiones no deben ser obristas
En esta semana en un gabinete ampliado se debatió que la ejecución de la inversión pública llegó al 54%, muy por debajo a la de 2014. Entonces está claro que si no vamos a llegar siquiera a los 4.000 millones de dólares en este año, es complicado que en 2016 puedan ejecutarse los 8.200 millones de dólares que el Gobierno prevé.
Lo que puede pasar con la inversión pública es que con la coyuntura actual (caída de precios) no será favorable a partir de febrero (luego del referendo). Entonces hay que tener mucho cuidado con ver cuáles son los tipos de inversiones que se realizan, es decir, que no sean muy obristas.
Lastimosamente, tenemos bajos precios en las materias primas, cada vez tenemos menos recursos y no estamos cambiando nuestra forma de producir. No tenemos una base productiva.
Lo importante es saber a dónde va dirigida la inversión, mientras mayor sea, por su puesto que dinamiza el empleo, la economía.
Creo que se cometieron muchos errores en el destino de la inversión pública en los últimos años y ahora que ya no se cuenta con ese dinero hay que ser muy cuidadosos y ver finamente a qué lo vamos a destinar, porque no hay inversiones dirigidas al sector productivo.
Eso hace que todavía dependamos mucho de las exportaciones de materias primas y no tenemos una base ancha de empresas que hayan sido creadas y que sean sostenibles; las que hay son pequeñas.
Tampoco se les dio una oportunidad a los productores y a los empresarios para que puedan ser ellos los que sean los generadores de empleos y dinamicen la economía.
julio linares, experto en descentralización
Las inversiones no deben ser obristas
En esta semana en un gabinete ampliado se debatió que la ejecución de la inversión pública llegó al 54%, muy por debajo a la de 2014. Entonces está claro que si no vamos a llegar siquiera a los 4.000 millones de dólares en este año, es complicado que en 2016 puedan ejecutarse los 8.200 millones de dólares que el Gobierno prevé.
Lo que puede pasar con la inversión pública es que con la coyuntura actual (caída de precios) no será favorable a partir de febrero (luego del referendo). Entonces hay que tener mucho cuidado con ver cuáles son los tipos de inversiones que se realizan, es decir, que no sean muy obristas.
Lastimosamente, tenemos bajos precios en las materias primas, cada vez tenemos menos recursos y no estamos cambiando nuestra forma de producir. No tenemos una base productiva.
Lo importante es saber a dónde va dirigida la inversión, mientras mayor sea, por su puesto que dinamiza el empleo, la economía.
Creo que se cometieron muchos errores en el destino de la inversión pública en los últimos años y ahora que ya no se cuenta con ese dinero hay que ser muy cuidadosos y ver finamente a qué lo vamos a destinar, porque no hay inversiones dirigidas al sector productivo.
Eso hace que todavía dependamos mucho de las exportaciones de materias primas y no tenemos una base ancha de empresas que hayan sido creadas y que sean sostenibles; las que hay son pequeñas.
Tampoco se les dio una oportunidad a los productores y a los empresarios para que puedan ser ellos los que sean los generadores de empleos y dinamicen la economía.
Fuente:; periódico "Página Siete"
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